Cáp. 27: Sin esperanzas

131 11 0
                                    

Aleph contemplaba absorto a Luna en esa cafetería alejada del instituto, no había casi nadie, por lo que podían hablar lo que quisieran... el muchacho miraba a Luna, su hermana y le parecía increíble que tuviese una, tomó un sorbo de su té y se atrevió a preguntarle...

-No me abandonaron ¿verdad? – susurró Aleph

-No...

-Siempre he sentido que no fui abandonado... ¿Qué paso entonces?

-Te robaron – dijo Luna – Nunca pudieron encontrarte

-¿Por qué?

-Sucede que... que mamá era parte de una familia muy especial, no aceptaron que ella se enamorara de nuestro padre y cuando tú naciste, en venganza, te robaron de su lado con solo dos meses de nacido y... no volvieron a verte jamás... te buscaron, sobre todo mamá, que nunca se dio por vencida

-¿Y luego?

-Luego nací yo, pero conmigo no tuvieron este mismo problema y nuestros padres estaban mas alerta... desgraciadamente mamá murió cuando yo tenía nueve años

Aleph sintió que su corazón se estremecía e hizo cuentas... el tenía como doce años cuando sin saberlo, se quedaba sin madre... recordó que hubo un mes en especial en que se sentía muy triste, que lloraba sin razón aparente y que la música que escuchaba era melancólica y deprimente

-¿Fue en marzo?

-Si...

-¿Y nuestro padre?

-El vive, pero... no sabe que estás vivo y que te he encontrado

-¿Por qué no?

-Papá es especial Aleph, no puedo decirte ahora el porqué, el cómo, pero quiero que me tengas confianza, que nos conozcamos... y cuando sea el momento, irás con él y lo conocerás... yo se que te va a adorar y se alegrará mucho de tener a su hijo de nuevo

-Yo jamás le haría daño ni le reprocharía nada...

-¡Y yo lo se! Pero créeme, dame tiempo, tengo muchas cosas que decirte pero habrá algunas que no las entiendas y no quiero que te asustes

-¿Qué cosas podrían ser?

-Nada malo – Sonrió – Somos una buena familia, pero hay algo que no puedo contarte nada más por el momento

Aleph leyó la sinceridad en los ojos de Luna y el solo hecho de saber que no lo habían abandonado, que tenía una hermana, un padre pero que desgraciadamente su madre había muerto sin dejar de buscarlo...

-¿Y tú que haces Luna?

-Yo soy... ambientalista – Le dijo sonriendo – Y sé que tú eres un músico grandioso

-Si, vivo a una hora de aquí... conseguí un sitio modesto desde que deje el orfanato

Mientras bebían un té, los dos platicaron por horas, hasta que la noche se dejó sentir y Luna le dio el número y la dirección de Hermione, que era donde se quedaría unos días, en lo que esperaba noticias en el ministerio sobre otro campamento, Hermy la recibió con los brazos abiertos, pero le prometió que todos los días iría a buscarle para contarle más cosas

Aleph se guardó lo de su novia, no lo diría hasta que Luna y él, se sinceraran y entendieran por completo, aunque sentía mucha confianza a la muchacha, aún no le mostraba pruebas de lo que decía

Por su lado, Luna le contaba todo a Hermione, quien no le creía muy bien eso de que su madre se le hubiera aparecido, pero la rubia no era mentirosa, así que tenía que haber verdad en sus palabras... lo más increíble era que Aleph Love fuera su hermano, puesto que ella si lo conocía

Bello ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora