Cáp. 20: Tu virtud es mía

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Los labios le quemaban a Pansy, era como si hubiera besado a un santo y era pecado, lo peor es que le daban ganas de corromperlo, de llevarlo al lado oscuro, pero del placer, del sexo y lo deseó terriblemente... Nunca, jamás se hubiera imaginado que un muggle pudiera tener ese efecto en ella, no era correcto

Pero es que con Aleph le daban ganas de arrinconarlo, arrancarle la ropa a jirones y hacerlo suyo ¡demonios! ¡Esos no eran pensamientos que debía tener! Pero era inevitable no desear la manzana prohibida, darle una mordida y pecar... No estaba tranquila, no quería tener esos pensamientos, no quería querer a un muchacho muggle

Aparte que era imposible, quizás ella tendría que aceptar un compromiso...

Por supuesto que ella no tenía ni idea del efecto causado en Aleph, quien estuvo un buen rato como ido, como perdido en el infinito, con esa sensación en sus labios y el dulce sabor de esa mujer, las mariposas en su estómago que estaban más que alborotadas y tenía una leve sensación de que volaba

Cuando pasó la sensación... bueno, cuando aminoró, frente a él pasaron cientos de notas musicales, que le mostraban el tipo de música que escribía y como se sentía en ese momento y la melodía llevaba el simple nombre de "Beso", ahora su mente se dividía en dos amores, la música, la mujer...

Y deseaba con todo su ser, volver a verla...

En el otro continente, casi de mala gana, Rolf y Luna regresaban a donde Hermione y Draco, después de saludarse, los dos rubios salieron dejando a las chicas, quienes se pusieron a hablar de cosas, claro que ninguna soltó una sola palabra de lo sucedido, como que ninguna quería confesar a la otra lo sucedido y lo mismo pasaba con los caballeros

Una semana ardua paso entre trabajos, investigaciones cada quien por su lado y las misivas enviadas a sus líderes, parecía que todo se normalizaba, las chicas en sus habitaciones y los muchachos en las suyas, nada fuera de lo normal, pero una noche, en la que la temperatura bajaba más de lo normal...

Hermione daba vueltas en su cama cuando alguien entró y se sentó en su cama, ella reconoció ese aroma indudablemente, se dio la vuelta para encontrar a una hermosa figura masculina conocida y sonrieron en la oscuridad, de inmediato ella busco su boca y el se adentró en sus sábanas...

Una semana sin tocarse era lo máximo que podían alcanzar, el rubio ya no aguantaba sin que ella lo hiciera feliz y sin poseerla con ese fervor con el que era capaz, no les importo que en la habitación de al lado, que finalmente solo eran habitaciones separadas por cortinas se encontrase Luna

¡Y ellos que no ponían un hechizo antirruidos! Fue inevitable que Luna abriera los ojos cuando escuchó jadeos escandalosos en la habitación de al lado, se incorporó y escuchó claramente las voces de Hermione diciéndole muchas cosas sucias al rubio y el otro que le respondía sin palabras sucias pero si muy sugerentes

Ella se estremeció al escuchar tremendo ruidos que hacían y como ella no es de palo y siente, sin duda comenzó a respirar agitadamente y por un momento no supo que hacer, al final pensó en tomar su varita y poner un hechizo para no escucharlos, pero el daño estaba echo...

Luna se levantó y salió directo a la habitación de Rolf que afortunadamente estaba al otro lado de la tienda y no se escuchaban ruidos... cual fue su sorpresa que lo encontró acariciando su tesoro y se detuvo sonrojado al verla entrar...

La rubia no dijo nada, se acercó a la cama y se recostó junto a él, dirigiendo su mano hacia los tesoros del chico mientras buscaba sus labios y el se ofrecía generoso, era indudable que Rolf la deseaba pero le preocupaba una cosa...

-No quiero que Draco nos escuche – murmuró

-No lo hará – respondió Luna

-¿Por qué tan segura?

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