Cáp. 36: Encontrándonos

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Los días pasaban y la boda se acercaba, Newt Scamander llegó a la residencia, era un hombre mayor, cerca de los ochenta años, caminaba con un bastón pero pese a eso se notaba vigoroso, llevaba en sus maletas, unas pócimas que tenía esperanzas, lograran recuperar a su hijo

-Son de una tribu de las amazonas – Dijo – según ellos son muy curativas, así que te prepararán las pociones y las tomaras sin falta

-Padre, he tomado muchas cosas – protestó su hijo

-No me importa, que vine aquí por dos cosas... por la dichosa boda y por que tomes este nuevo tratamiento ¡Y mira que es un viaje largo desde Brasil! Así que no me digas que no porque te puedo obligar

-No se preocupe suegro, que su hijo se beberá esas nuevas pócimas...

-¿Y donde está el futuro novio? No lo he visto...

-En su habitación, no se ha enterado que ha llegado, pero le avisaré en este momento

El feliz novio, no podía dejar de pensar en Luna, en ese intruso en su vida... claro, ella no lo necesitaba, luego se sentía peor que una cucaracha, por no reconocer a tiempo que la quería, que se había enamorado de ella y la necesitaba, ahora el simplemente tenía que cumplir con otra

¡Si tan solo Luna no hubiera estado con otro! A lo mejor su madre no le hubiera protestado que él escogiera a una chica del montón como era Luna a una del círculo social alto, sin duda alguna, él hubiera procurado que le diera un nieto inmediatamente a su padre, seguro ella hubiera accedido

Pero ni modos... todo estaba dicho y perdido...

-Tienes que ir esta noche a la fiesta Hermione – le dijo Cristi – Es indispensable tu presencia

-No me he sentido bien – suspiró la chica – No creo ser buena compañía en la fiesta

-Se que has estado deprimida y no me meto en tu vida, pero la verdad es que ahora si necesitamos que estés presente y guapa...

-¿Qué hay de especial?

-Queremos muchos donativos, además habrán muchos de los acaudalados sangre limpias y con tu presencia pues...

-¿Les puede remorder la conciencia y donar un poco más por lo que hicieron con los hijos de muggles?

-Si ¡es la verdad!

-Pero solo un rato...

-¡Un par de horas me bastarán!

-¡Pero no tengo nada que ponerme!

-Yo te consigo un vestido, te paso a ver a tu casa para vestirnos y llegar a la fiesta juntos ¿Qué te parece?

-Pues ya que...

Hermione por un momento quizás pensó que Draco estaría en la fiesta, pero luego recordó que salvo en esa ocasión en que lo había besuqueado de incógnita ya no lo había vuelto a ver en ninguna otra, el no iba a fiestas de caridad... Pero bueno, ni modos, tenía que ir y no podía quedarle mal a las muchachas

¡Casi pego un grito! Cuando Cristi le entregó el vestido que usaría... era de color rojo y escotado... demasiado... no es que fuera vulgar, era hermoso pero ¡Le faltaba tela en el pecho! Lo que le sobraba en el faldón que era bastante amplio, Cristi le decía que parecía muñequita de aparador y Hermy rabió por culpa de la chica quien aparte que la vistió, insistió en maquillarla y peinarla ¡Si no era su muñeca!

Pero ni modos... se dejo que ella le hiciera lo que quisiera... y para cuando terminó, no se reconocía, lucía guapísima, su maquillaje era perfecto, sus labios de color cereza, sus ojos enmarcados y su piel lucía tersa y suave con rubor color melocotón, el peinado era alto y con los gajos de pelo entrelazados y torcidos de modo que lucía elegante y discreto

Bello ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora