cap. 3: Soy como soy

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Pero finalmente, la desgraciada imagen de Draco desnudo no se la pudo quitar de la mente, maldijo un millón de veces, pero lo único que contemplaba era su espléndida desnudez y sus pensamientos pecaminosos fluían... si en estado relajado se notaba una generosidad viril ¿Que sería en estado sexoso? Ahogó un gemido cuando se dio cuenta de lo que pensaba

Al entrar a la cabaña, se sonrojó con violencia al verlo sentado burlándose de Rolf quien estaba que no se levantaba de la mesa mientras que el bebía un te tranquilamente, ella pasó rápidamente sin decir una sola palabra

-¡Buenas noches señorita Granger! - Saludó Draco con algo de sorna en sus palabras - ¡Pero que grosera! ¡Y luego dice que yo soy el cínico! - Pero Hermy ya estaba dentro de su habitación, con el corazón a mil por hora

Era contrastante para Hermione... El rostro de fastidio de Rolf durante las caminatas de exploración que les tocaba con los irlandeses que daban ganas de darle un bofetón, atarlo a una planta carnívora al idiota niñito ególatra, mientras que Draco estaba... simplemente relajado, no se quejaba de los moscos, ni de los peligros que podría haber a su paso, el simplemente iba contento

Un par de semanas tediosas habían pasado desde que ella lo viera así...

En dos ocasiones hizo por sacar el pañuelo y dárselo, pero se contenía por la maldita imagen, ya no podía verlo sin imaginarlo desnudo y no quería que pensara que lo había espiado o algo así ¡Porque no había sido eso!

Suspiró profundamente y siguió su mismo paso, al frente iban los exploradores experimentados, en medio, Luna y Rolf, tras sus pasos, ellos, sus "secretarios", a Draco no le afectaban los arranques de pedantería de Rolf, imaginaba que después del terror que provocaba Voldemort, lo de Scamander era cosa de nada

El problema era que su distancia era corta, por lo que el que se chocaran o atravesaran era cosa de cada hora, compartiendo la misma mesa de trabajo en donde anotaban todo lo que sus respectivos "jefes" les dictaban, claro que Rolf le ponía un "pero" a todo lo que Luna podría decirle a los otros investigadores, a Hermy le daban ganas de darle un bofetón

Finalmente se quedaron todos en un claro del bosque e instalaron una tienda en lo que se iban por los linderos para seguir el rastro de Billywig, una criatura que por lo común es vista y originaria de Australia, por lo que se les hacía extraño que hubiera emigrado al África, pero claro que no imposible

-¡Oh! - Gimoteo Luna

-¿Que pasa?

-No traje mis catalejos - Masculló - Los necesito para ver a los Billywig

-¡Voy por ellos! - Dijo Hermione y e inmediato se regresó, en la pequeña tienda todos habían dejado sus mochilas con sus artefactos, sacó los catalejos y una bolsa de meigas fritas e iba de salida cuando...

-¡Epa!

Justo se encontraba con el cuerpecito de Draco a la entrada, rozando peligrosamente por milímetros, Draco le pasaba a Hermione por una cabeza, así que ella quedaba a la altura de su pecho y apenas y miró el deslumbrante color rubio platinado de su cabello, o sus exuberantes ojos grises tan brillantes, sus mejillas se arrebolaron cuando la violenta imagen de su desnudez asomó

Por un momento Draco no se movió esperando que ella lo aventara y le dijera unas cuantas palabras floridas, pero ella no lo hizo, al contrario, Hermione sufrió una etapa hipnotizante e idiota de unos segundos, el aroma masculino lo atrapó y le produjo un delicioso mareo, su parte racional le decía que no fuera imbécil, que era Draco Malfoy, pero su parte irracional le decía que se dejara de tonterías ¡Ese hombre olía deliciosamente!

En un instante, en un solo instante, ella deseó posar sus manos por la camisa y sentir su calor, pero la parte racional luchaba para evitar que hiciera el ridículo, Draco alzó una ceja muy extrañado de la situación e iba a abrir los labios para reclamar cuando de pronto ella alzó sus ojos...

Bello ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora