4. Propuesta de matrimonio

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Daera iba por los pasadizos secretos, iba a ver a ser Criston a la enfermería. Cuando llegó él estaba tendido en una camilla, dormido. Daera se acercó sigilosamente

-¿Ser Criston? ¿Estáis bien?-

-Princesa- dijo él, sorprendido- no deberíais estar aquí-

-Quería saber como estabais-

-Mejor, gracias, pero no solo queríais eso-

-Es verdad, me gustaría hablar de nuestras clases de espada, me gustaría entrenarme con mis hermanos y sobrinos-

-Princesa, tendría que comentárselo a su alteza y no creo que le gustaría-

-Por favor, sir Criston-

-Veré que puedo hacer-

-Gracias- ella le sonrió y volvió por los pasadizos

Mientras iba por los pasillos escucho algo, una conversación, era una reunión del consejo. Había un pequeño agujero por el que Daera se acercó a mirar. Todos en la reunión estaban sentados, a excepción de su madre y hermana.

-Si he hecho algo, quiero disculparme, mi reina y añadir una alianza, casar a mi hijo Jacaerys, heredero al trono con vuestra hija Daera, y a su vez darle un huevo a vuestro hijo Aemond-

-Es una gran idea, querida- dijo su padre

''Madre, por favor'' dijo Daera en su mente

-Una oferta que sopesaremos- dijo al fin la reina

Daera salió corriendo hacia su habitación después de eso. ¿La irían a casar con él?

Tiempo después, todos los niños merendaban juntos. Aemond, Daera y Helaena en un lado y Jacaerys, Lucerys y Aegon en el otro lado sucesivamente.

-¿Sabes que ha dicho mi madre, Daera?- dijo Jace de repente. Aegon levantó la vista del plato curioso

-Ilumíname- dijo ella sarcástica

-Dice que vas a ser mi reina-

-Ya, claro- dijo Aegon

-¡Es verdad!-

-En tus sueños, además mi madre no ha dado respuesta de ello-

-Sea como sea te casarás conmigo-

-Que te estén intentando casar deja mucho de ver de la falta de aliados que tiene tú madre en la corte. Y tú deja de meterte en la vida de los demás- dijo Aegon

-¿Qué has dicho?- dijo Jace ya enfadado, mientras se levantaba

-Lo que oyes- levantándose el también

-Por lo menos yo soy el orgullo de la familia, no como tu, que todos se avergüenzan de ti- esto fue la gota que colmó el vaso. Aegon pegó un tortazo a Jace, tirándolo al suelo mientras se pegaban mutuamente. Tuvieron que intervenir Luce y Aemond para que parasen.

-Parecéis tontos, de verdad. Yo me voy al jardín, ¿vienes, Hela?- dijo cansada

-Si- dijo tímidamente la mayor. Después de que se marchase la habitación se quedó llena de silencio, miradas de amenaza y tensión.

 Después de que se marchase la habitación se quedó llena de silencio, miradas de amenaza y tensión

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Amor de dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora