22. El Bosque

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Todos se preparaban porque iban al bosque real de cacería. Al los hijos del rey y su nieto se decidió que ellos irían más atrás del grupo, pero les dejaron 3 caballos.

-¿Y cómo lo dividimos?- preguntó Jace.

-Hela, ¿vas conmigo?- le preguntó Aemond cortésmente, ella asintió.

-Dae, ¿vas conmigo?- dijo Aegon, en tono de burla, imitándolos.

-Por supuesto, hermanito- dijo ella siguiendo el juego.

Jacerys fue solo, mirando con resentimiento. Invierno los seguía de cerca.

-¿Sabéis que los cuervos se han intoxicado?- dijo Jace de repente.

-No tenía ni idea- dijo Helaena, preocupada.

-El maestre piensa que podría ser una intoxicación accidental, pero mi abuelo tiene sospechas- miró con desconfianza a Aegon y su hermana. Daera trago saliva.

-¿Sobre quién exactamente- preguntó Aegon.

-No sabe, pero lo curioso es que justo iban a mandar una carta muy importante sobre mi compromiso-

-¿Por fin te vas a casar?. ¿Y quien es la pobre desgraciada que te va tener que aguantar?-

-La tienes detrás-

-¿Qué?- se giró para mirarla, claramente alterado, esto puso un poco nervioso al caballo. Daera se sonrojó.

-Ya lo has oído, está entre las opciones más posibles para ser mi esposa.– Aegon se empezó a mosquear -Será una gran reina. Tranquilo, estaréis invitados a la boda. Puede que cuando sea rey te pida que seas mi copero... o quizás mi bufón-. Aegon se enfado como nunca antes, agarró la espada que tenía Daera agarrada a un lado de caballo. La sacó mal, haciendo un corte al animal, volviéndose loco y empezando a galopar sin control.

Después de estar un largo cabalgando, el caballo se paró bruscamente, haciéndolos caer repentinamente uno encima del otro.

-¿Estás bien?- Aegon revisó visualmente a su hermana.

-Si, y gracias por amortiguar la caída-

-No hay de que.- dijo mientras se levantaban. -¿Dónde coño estamos?-

-En medio del bosque seguramente. Deberíamos permanecer aquí, hasta mañana, esta apunto de anochecer-

-Ahora que lo pienso, ¿y el puto caballo?-

Este había huido nada más tirar a los chicos.

-Mierda-

Ambos hermanos se organizaron, Aegon fue a por leña para una hoguera y Daera a cazar. Ella volvió con un gran jabalí y empapada de sangre. Ambos empezaron a hablar sobre cómo habían cambiado sus vidas desde que el contrario se había marchado. En cierto momento Aegon sugirió bañarse en el lago.

-¿En el lago?. ¿Ahora?-

-Si, porque no-

-Pero nos empaparemos la ropa-

-¿Tienes algo debajo?-

-Si- la menor se puso roja -pero no me pienso bañar-

-Tu te lo pierdes-

Aegon se desvistió y se metió al lago. Daera lo observaba. En cierto momento, Aegon se zambulló. Durante un buen rato, Aegon no salía. Esto hizo preocupar a la chica que rápidamente se quitó el vestido quedándose en enaguas y corriendo hacia el lago. Cuando estaba en la parte más profunda empezó a gritar desesperadamente por su hermano y a agobiarse.

-Sabía que te meterías al agua- era la voz de su hermano por detrás.

-Idiota- le dijo ella tirándole agua.

Estuvieron jugando un rato. Daera se agarraba a Aegon para intentar tirarlo. Aegon la hundía. Hicieron carreras, que todas ganó Daera. Flotaban mirando el cielo.

Daera agarró a Aegon por los hombros, flotando, muy juntos.

-¿Qué haces?- dijo el mayor, intrigado.

-¿Yo? Nada- tenía un tono juguetón en la voz.

-Algo haces. ¿No intentaras seducirme?-

-¿Yo?, una princesa no debe hacer tales cosas, pero ahora no somos de la realeza- dijo acercándose a su oído.

Aegon se acercó lentamente a sus labios, pero Daera hizo fuerza y lo hundió.

-¡Ja!, lo logre. Sabía que funcionaria-

-Serás...-

Aegon y Daera salieron del agua. Daera sacó su puñal y lo empezó a golpear contra una piedra para ver si hacía fuego.

-No sabia que habías robado un puñal-

-No lo he robado, es mío, me lo regalo el tío Daemon cuando estuve con él-

-Aaaa- él sacó una cantimplora con alcohol.

-No sabía que habías robado alcohol-

-No lo he robado, es para situaciones de emergencias-

-¿Cómo cuál?-

-Cualquiera. ¿Quieres?-. La chica solo se la quitó y le echó un trago.

-Agh, no está mal, pero has probado la cerveza norteña. Esta 10 veces mejor que esta-

-Habrá que probarla. ¿Sabes que puedes ponerte ya el vestido?- no se había dado cuenta de que ambos llevaban lo mismo que cuando se metieron al agua.

-Paso, estoy más cómoda así. ¿Tu no tienes problema, verdad?-

-En absoluto-

Justo en ese momento, una pequeña chispa saltó del puñal

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Justo en ese momento, una pequeña chispa saltó del puñal. Ambos comieron con gran ansia el animal, dejándolo en los huesos.

-Yo me voy a dormirme-

-Yo también-

Ambos se tumbaron en la arena. Daera empezó a tiritar. Aegon la observó durante un momento, se acercó y sin decir nada la abrazo. Daera tampoco dijo nada y se durmieron acurrucados.

 Daera tampoco dijo nada y se durmieron acurrucados

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Amor de dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora