6. Despedidas

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Los hijos de Alicent y Viserys estaban desayunando junto a sus padres.

-¿Y Rhaenyra?- pregunto la menor.

-Rhaenyra se muda a Rocadragón-. dijo Viserys. Esto tomó de sorpresa a todos.

-¿Se han ido ya?- preguntó Aegon, viendo esto como una oportunidad.

Su madre le llamó la ateción -.No, pero estarán ya apunto-

-¿Puedo ir a despedirme?- preguntó Daera.

-Por supuesto- dijo su padre con una enorme sonrisa.

Se levantó y corrió para Pozo dragón. Allí avistó a Rhaenyra con su familia.

-¡Rhaenyra!-

-¿Qué pasa?-

-No sabia que te ibas, así que quería despedirme-

-Adiós, Daera- se abrazaron.

-Igualmente-

-Adiós, Laenor-

-Adiós enana- le dio un abrazo, con cuidado porque tenia a Joffrey en sus brazos.

-Adiós, pequeño- le dio un beso a Joffrey en la frente.

-Adiós, Luce-

-Te echaré de menos- dijo el niño bajando la mirada.

-Ey, cuando Arrax crezca podrás volver cuando quieras, y yo iré a verte en Tessarion- el niño la abrazó.

-Ey, cuando Arrax crezca podrás volver cuando quieras, y yo iré a verte en Tessarion- el niño la abrazó

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Y por último pero no menos importante...

-Adiós, Jace-

-Adiós. Te quiero- ella se obligó a sonreír. Espero a que subieran a sus dragones para irse. Se sentía apenada, aunque no estuviera tanto contacto con ellos, les quería. Mientras volvía, Aegon lo miraba desde la ventana.

-Agh, vuelve triste, ¿será por el imbécil de Jace?- 

-O por Luce. Le tenía mucho cariño- dijo Helaena, que miraba una araña.

-No lo entiendo-

-¿El que?- pregunto Aemond.

-A las mujeres- Helaena le dirigió un mirada asesina -.¿Qué?-

-Solo porque no logres acostarte con una mujer no significa que sean todas difícil-

-Agh, no es eso. Cuando voy a la calle de la seda, les enseño mi pelo y ya están a mis pies, pero ella, agh, es más difícil, es mi perdición...- dijo esto último en bajo, pero ambos hermanos lo escucharon.

- dijo esto último en bajo, pero ambos hermanos lo escucharon

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Justo en ese instante, entró Daera.

-Hola, ¿qué hacéis?-

-Nada, hablando- dijo rápidamente respondiendo.

-¿De que?-

-De nada- Helaena y Aemond intercambiaron miradas de cómplices. Siguieron tranquilamente hasta que les interrumpió su madre, agitada.

-¿Qué pasa, madre?- preguntó Daera.

-Vuestra tía Laena ha muerto- la habitación se quedó en silencio.

-Si me disculpáis, me voy a mis aposentos- dijo la chica.

Daera se mantuvo seria hasta que llegó a su habitación. Se sentó en la cama y se puso a llorar. Aunque hacía mucho que no veía a su tía, la tenía mucho aprecio y cariño. Después de un rato alguien llamó a la puerta.

 Después de un rato alguien llamó a la puerta

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-¿Daera?- era Aegon- ¿puedo pasar?-

-Si-

Aegon entró. Vio a su hermana y rápidamente se sentó en la cama con ella. Sacó un pañuelo y la secó las lágrimas y la abrazo. Así se quedaron un rato.

-Gracias, lo necesitaba-

-Si necesitas algo, siempre me tendrás a tu disposición-

Ella le sonrió y le agarró la mano. Se quedaron en silencio. Poco a poco se acercaban, mirándose los ojos y los labios. Cuando sus narices se estaban rozando, alguien llamó a la puerta, se alejaron instantáneamente mirando a la puerta.

-Iros preparando- era su madre -.Mañana nos vamos a primera hora-

Los 2 solo se miraron en silencio.

-Bueno, tengo que irme preparando- dijo Daera levantándose, rompiendo la tensión.

-Ya, yo también. Adiós-

-Adiós-

Amor de dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora