27. Una Noche Para Dos (+18)

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Tenían una cena sencilla pero completa: pollo asado con patatas con miel y ensalada y de postre frutas de Lys que nadie sabía pronunciar el nombre. Ambos hermanos se pusieron hombro a hombro. Vestían ropas sencillas: Aegon un jubón verde oscuro con un pequeño dragón rojo bordado en el pectoral izquierdo con unos pantalones negros y Daera un vestido azul, enseñando los hombros y cuello, con una franja amarilla justo en esta zona. Alicent los miró con intriga. Esa noche Cregan los acompañaba en la cena.

-¿Su alteza no nos acompañará está noche?- preguntó el norteño.

-Su alteza no se encuentra bien para cenar- dijo la reina.

-Ni para nada- rio Aegon con su hermana.

-¿Qué has dicho, Aegon? No te he escuchado bien- preguntó Jacaerys.

-Nada-

-¿Nunca te han dicho que es de mala educación susurrar cuando hay más delante?-

-¿Ni a ti meterte en donde no te llaman?-

-Serás...- el castaño se levantó.

-¿Soy qué?- dijo desafiante.

-Eres un fracasado, naciste fracasado y morirás como el mayor fracaso de los Targaryen- se acercó a su oído -y al final de todo, yo seré quien se acostará con Daera-

-Maldito bastardo...-

Saltaron los golpes, siendo el primero de Jace.

-¡Parad!- gritó la reina.

Aemond agarró la mano a Helaena, quien había empezado a hiperventilar. Daera sólo comía con una sonrisa mirándolos.

-¿Tú no vas a hacer nada?- le preguntó atónito Cregan.

-Son ya mayorcitos, pueden arreglárselas solos-.

Tuvieron que intervenir 6 personas para que se separasen, entre ellos Cregan. Cuando Aegon se levantó, su madre le pegó una bofetada.

-¿Cómo puedes ser tan imbécil?- no espero a su respuesta -A tu cuarto, ¡ya!- Se fue de mala gana. Siguieron comiendo. Jace le guiñó un ojo.

-Me parece injusto- empezó Daera -Aegon solo se defendió cuando este simio le atacó-

-Tú también a tú cuarto-

-No lo ves, siempre tendré todas las de ganar, entre ellas a ti- le susurró el castaño.

Se levantó y le pegó una bofetada a Jace. Cregan lo paró de hacer una locura. Ella le sonrió malévolamente. Aegon la esperaba en el pasillo.

 Aegon la esperaba en el pasillo

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-Has tardado poco-

-Cuando madre tiene poca paciencia, es fácil salir rápido de la sala-.

Se encontraron en los pasadizos secretos. Aegon llevaba ropa de campesino y una capa con capucha que le cubría el pelo. Daera iba con un vestido de campesina marrón y un gorro del mismo color, de un teatro que había robado hacía ya tiempo, que le tapaba el pelo. Las calles estaban aún en fiesta por la reciente repercusión económica de los lores en la ciudad. Las calles estaban llenas de comercios y el bullicio le encantaba.

Amor de dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora