25. El Baile

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Su madre la estaba probando un vestido verde para el baile de esa noche en honor a ella y Jacaerys.

Su madre la estaba probando un vestido verde para el baile de esa noche en honor a ella y Jacaerys

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-Estás preciosa-

-¿Madre?

-¿Si?-

¿Me casaré con Jacaerys?-

Su madre frunció el ceño.

-¿Por qué preguntas eso?-

-Padre me lo ha dicho-

-Yo intentaré que eso no suceda, pero si pasa, tienes que cumplir con tu deber-

-¿Por qué ninguno de mis hermanos aún se ha casado?-

-Aegon es imposible casarlo con nadie, Helaena, a pesar de su belleza, la gente la considera diferente y Aemond, bueno, se niega por ahora-

-¿Y si siguiéramos las antiguas tradiciones?-

-¿Cuáles?-

-Preservar la pureza de sangre-

-¿Casar a Aegon y Helaena y a ti con Aemond?-

-O viceversa- dijo en voz baja.

-Bueno, bueno, mañana es el baile a si que vas a tener que estar descansada, ahora te mando a las sirvientas a que te quiten el vestido y que mañana te preparen. Te quiero- le besó la cabeza.

-Yo a ti también-

<<Si llevo ese vestido Cassandra seguirá pensando lo mismo de mi. Voy a demostrarles quién es Daera Targaryen>> pensó acostada en su cama.

Al día siguiente, no dejó que nadie entrara a su habitación excepto su dama. Se arreglaría sola. Se vistió con un vestido que había comprado en Lys. Era lila y escarlata, con encajes blancos y un gran escote. Sus anillos eran de Antigua y sus joyas representaban cada uno de los lugares que había estado. También llevaba joyas en el pelo, de procedencia valyria. Se dejó el pelo suelto por primera vez desde que había llegado a Desembarco del Rey. Por último, se puso el collar que le había regalado Aegon antes de irse a Antigua.

<<Ya van a ver de lo qué soy capaz>>. Hizo llamar a un guardia para pedir un favor a las perreras.

En el baile. Ya habían llegado todos y solo faltaba la princesa menor.

-Seguro que se habrá quedado sin vestido y habrá ido a intentar convencer a algún mozo de cuadras de que le preste su atuendo- se reía Cassandra desde la mesa de la izquierda. Aegon y Aemond notaron esto y le mandaron una mirada fulminante a la joven.

-¿Dónde está vuestra hermana?- preguntó la reina.

-Según he escuchado, Daera no ha dejado entrar a nadie a su habitación- dijo Helaena, centrada en su tenedor.

-Hacedla llamar ahora mismo- dijo el rey a un caballero -esa niña desobediente...-

Pero antes de que el hombre saliera, se abrieron las puertas de par en par... Era Daera, con Invierno a su lado.

Amor de dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora