Los llevaron al salón principal. El maestre atendió a los príncipes. No tardaron en llegar la gente. Cuando su madre los vio, se volvió loca. Helaena y Aegon entraron poco después. Daera se levantó de la silla mientras le cosían los puntos a Aemond y se echó a los brazos de su hermana a llorar. El rey empezó a interrogar a los guardias sobre lo qué hacían durante el accidente.
-Sanarán, ¿verdad maestre?- preguntó la reina, preocupada.
-La princesa si, solo que la cicatriz tardará mucho en desaparecer, pero el príncipe ha perdido el ojo-
-Por los dioses.- dijo Alicent exhausta- ¿Y tu donde estabas?- ahora interrogaba ella a su hijo.
-¿Yo?- dijo Aegon. Alicent le abofeteó -¿Ha que ha venido eso?-
-Eso no es nada a los abusos que han recibido tus hermanos mientras tú te emborrachabas, zoquete.- Daera sintió lástima por su hermano. Por el camino Daera preguntó cómo esquivó a Aegon y Aemond le dijo que poco antes de que se fuera, Otto llevó a su hermano mayor a la habitación y que estaba notablemente borracho, por eso tardó poco en dormirse. Rhaenyra, Daemon, Corlys y Rhaenys entraron en ese momento. Las gemelas se fueron con su abuela y Rhaenyra con sus hijos.
-¿Quién ha sido?- dijo Rhaenyra.
-¡Nos atacaron!- gritó Aemond. Todos los niños empezaron a discutir.
-Silencio- intervino Viserys.
-Aemond nos llamó bastardos- dijo Luce en voz baja a su madre.
-Daera, quiero la verdad de lo ocurrido. Ya- dijo su padre.
-¿Qué más quieres oír?, han mutilado a tus hijos, la culpa es de ellos- dijo suplicante Alicent.
-Ha sido un lamentable accidente- dijo Rhaenyra.
-¿Accidente?, los príncipes llevaron una daga a la emboscada para matar a mis hijos-
-Ellos fueron los emboscados, solo se estaban defendiendo-
-Daera, ¿qué paso?- dijo su padre.
La chica dio un paso al frente, soltando la mano de sus hermanos mayores.
-Aemond me llamó en medio de la noche para reclamar a Vhagar. Lo logró, y como bien se sabe, el dragón escoge al jinete, así que no fue robado.- dijo mirando a las gemelas -Volamos en ella. Cuando bajamos, nos estaban esperando. Empezamos a pelear, y en cierto momento Aemond dijo... dijo- la chica no pudo terminar. Estaba al borde de las lágrimas.
¿Qué dijo Aemond?- cuestionó su padre.
Nos llamo bastardos- dijo Jace.
-Jace sacó la daga. Yo iba por detrás, Baela se lo dijo y Jace me corto la cara y el pelo- Daera empezó a llorar- Aemond se despisto, Luce cogió la daga y le arrebató el ojo, y eso fue lo que pasó, su majestad-
-Gracias, hija- Daera fue a abrazar a Aegon.
-¿Donde esta ser Laenor?- dijo la reina.
-No lo sé- dijo la heredera.
-Estará haciendo de anfitrión de algún escudero- dijo en voz baja
-Aemond mírame- dijo el rey, sin hacer caso a lo que dijo su esposa - ¿de dónde sacaste tales calumnias?- Aemond le dirigió una mirada a su madre y luego a su hermano -fue Aegon-
-¿Yo?- Daera se alejó de su hermano y fue a abrazar a su hermana, mientras su padre se acercaba a este.
-¿Y tú, muchacho?, ¿dónde has oído tales calumnias?- Aegon no contestó -¡AEGON!, dime la verdad-
-Se sabe, padre, solo míralos- todos se giraron a verlos.
-¡Poned fin a vuestras luchas!, ¡es agotador!. Somos familia. Ahora diculparos de buena fe unos y otros.- Alicent se indignó.
-Yo no quiero madre. No es justo- dijo Daera en voz baja.
-Con eso no basta- interrumpió Alicent - Daera y Aemond han sufrido graves daños, la buena fe no devolverá el ojo a Aemond y ni el cachete y pelo a Daera-
-Ya lo sé Alicent, pero, ¿qué más podemos hacer?- dijo Viserys
-Las deudas deben saldarse. Exijo un ojo de Lucerys, una cicatriz a Jacaerys y el cabello de Baela- todos los niños se asustaron.
-Yo no hice nada- Baela ahogó un grito, agarrandose a un más a su abuela.
-Amada esposa...-
-Son tus hijos, Viserys- interrumpió la reina, al borde del colapso.
-No permitas que tu temperamento nuble tu buen juicio- le dijo Viserys calmado.
-Si el rey no exige justicia lo hará la reina. Ser criston, traedme lo que se les ha quitado a mis hijos, podéis elegir en qué lado de la cara le haréis la cicatriz a Jacaerys o el ojo de Lucerys, algo que mis hijos no ha podido-
-No harás tal cosa- intervino Rhaenyra
-¡Me debéis lealtad!- gritó la reina a ser Criston, viendo como dudaba.
-Como protector, mi reina-
-Alicent, este asunto queda zanjado. Que corra la voz, quien ose poner en duda la legitimidad de los hijos de la princesa, perderá la lengua- concluyó el rey.
-Gracias, padre-
Alicent, ya cansada, le cogió la daga a su esposo y se acercó hacia donde estaba Lucerys. Rhaenyra se interpuso. Se escuchaban gritos. Daera, asustada, hundió la cabeza en la ropa de su hermano. Se tapó los oídos. No escuchaba nada.
-Me quiero ir, Aegon- dijo sollozando -quiero irme a casa-
-Yo también-
Su madre se separó de su media hermana, no sin antes haciéndole un corte. Se hizo el silencio.
-Madre, no te preocupes por mí. Habré perdido un ojo, pero gané un dragón. Es un intercambio justo- dijo Aemond.
¿Pero qué pasa con tu hermana?- dijo en u susurro, mirándola con pena.
-Esto ha terminado. El rey se retiró como todos los demás.
-Ven aquí, pequeña- dijo Alicent. Abrazo a sus dos hijos pequeños mientras una lágrima le corría por la mejilla.
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Amor de dragones
FanfictionEn el año 113 d.C, la reina Alicent, casada con Viserys Targaryen, dio a luz a una niña, Daera, su última hija. Esta fue la hija pequeña del rey. Jinete de Tessarion, gran guerrera y la Targaryen más hermosa que ha existido. Casada con un rey y un p...