O23 | venganza

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Capítulo XXIII. Una oportunidad para descubrir la verdad.

 Una oportunidad para descubrir la verdad

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ivan's pov

Bajé a la cocina y busqué la comida de Coco para después servirla en su plato.

—Espero que con esto dejes de romperme las pelotas —lo acaricié mientras lo veía comer las croquetas.

Una vez me aseguré de que no le faltara nada más volví a subir con la intención de retomar la partida de counter que estaba jugando.

Me detuve antes de entrar a mi habitación cuando escuché un ruido de algo quebrándose.

—¿Mamá, estás bien? —pregunté pegando mi cabeza a la puerta de su habitación.

Giré con cuidado el picaporte al no obtener una respuesta de su parte, y abrí la puerta lentamente.

Estaba sentada en su tocador, con muchos productos de maquillaje rodeándola. Me acerqué lentamente y miré su rostro a través del reflejo del espejo.

Mi corazón se comprimió y sentí un nudo en mi garganta al observar el moretón que tenía en su ojo y el color rojo de su mejilla.

Levantó la cabeza y con los ojos llenos de lágrimas me miró.

—Ivan... —dijo como pudo, le era difícil hablar.

Me quedé inmovil en mi lugar, ella dijo algo que no logré escuchar. Sentía que todo a mi alrededor se tornaba oscuro, mi corazón quería salirse de mi pecho y mis oídos escuchaban cada vez menos.

Hace mucho que esto no pasaba.

Hace mucho que él no la lastimaba.

La última vez que vi a mi madre así... la última vez que él la golpeó fue cuando tenía quince años, y le juré a ella que él no la volvería a tocar mientras estuviera conmigo.

¿Qué sucedió?

—Ivan —se levantó y se acercó a mi.

—¿Dónde está? —pregunté sin animarme a ver sus ojos.

—En su oficina —tartamudeó—. Escuchame, no digas nada... por favor —suplicó tomando mis manos.

—¿Qué te sucede? —me alejé de ella—. ¿Acaso disfrutas que te lastime? —pregunté incrédulo, no podía creer lo que estaba diciendo.

—¡Claro que no! —gritó—. No lo disfruto para nada, hijo... pero no tengo otra opción.

—Siempre hay otra opción.

Lies & Secrets ; spreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora