O13 | vibras

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Capítulo XIII. Descubrimiento y nuevas pistas.

 Descubrimiento y nuevas pistas

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kiara's pov

—¿Entonces, qué era eso tan importante que debías mostrarme? —abrí la puerta encontrándome con la figura de Diego del otro lado.

—Shh —miró sobre mi hombro asegurándose de que no hubiera nadie escuchándonos.

Lo dejé entrar y cerré la puerta.

—¿Estás sola? —negué con la cabeza—. Lo suponía.

Sin dejarme decir algo más, me tomó del brazo y me llevó escaleras arriba.

—¿Cuál es tu pieza? —señalé con el dedo la puerta blanca de la derecha.

La imagen de mis hermanos jugando en mi computadora nos tomó por sorpresa a ambos; los mellizos giraron su cabeza al mismo tiempo para observar quién había ingresado a la habitación, con sus ojos azules nos escanearon de arriba a abajo, pero mientras Lucas regresó su vista a la pantalla despreocupado, Cassie frunció el ceño.

—¿Kie? ¿Quién es ese? —se levantó de la silla y caminó hasta nosotros, tuvo que subir un poco la cabeza para ver a Diego.

—Se dice hola, maleducada —la regañé—. Él es Diego. Diego, ellos son Lucas y Cassie —los presenté.

—Hola —saludó el pelinegro con su típico tono alegre.

—Bueno, ya se conocieron —me ubiqué al lado de la puerta—. Ahora largo.

Lucas me miró con el entrecejo levemente fruncido y un puchero en sus labios.

—No, ni se te ocurra —amenacé.

—¡Por favor, Kie! —suplicó juntando las palmas de sus manos y yo negué con la cabeza.

—Podés jugar en tu pieza, deja de romper las pelotas.

—No vamos a dejarlos solos —Cassie nos señaló.

—No vamos a hacer nada malo —la tranquilicé.

—¿Entonces por qué debemos irnos? —Lucas la apoyó.

—Porque me molesta su presencia —bromeé—. Si se van puedo convencer a mamá de pedir pizza para la cena —levanté las cejas mientras sonreía.

—¡Chau! —Lucas estaba a punto de salir de la habitación pero Cassie estiró su remera trayéndolo de vuelta.

—Te está manipulando —le dijo en un susurro, pero alcancé a escucharlo.

—Estoy negociando —corregí—. Además, es mi pieza. Yo mando acá.

—No voy a irme —mi hermana miró a Diego con recelo.

Tomé aire y lo expulsé lentamente.

—Vamos —tomé a cada uno de la mano y los llevé afuera, cerrando la puerta detrás de mí—. ¿Qué les pasa? —Lucas se encogió de hombros entonces mi vista pasó a mi hermanita—. ¿A vos qué te pasa? Estás siendo muy grosera.

Lies & Secrets ; spreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora