Guía para enamorar a Checo Pérez || Chestappen

Declarate

Consejo: Fernando 🤮🤮🤮

Expectativa: -100% Ese tipo no me agrada

Contras: Todo 🤢🤢🤢🤢

La decisión de confesar mis sentimientos a Checo pesaba en mi mente. Sin embargo, no podía lanzarme de lleno sin intentar un enfoque más sutil primero. Decidí que, antes de declararme, le mandaría varias indirectas para ver si captaba el mensaje.

El primer intento fue durante una charla casual después de la práctica. Estábamos en el comedor, rodeados por nuestros compañeros, pero traté de dirigir la conversación hacia algo más personal.

—Checo, ¿alguna vez has tenido la sensación de que alguien especial te está mirando desde lejos? —le pregunté, mi corazón latiendo con fuerza.

Él frunció el ceño ligeramente, pensando.

—Hmm, no estoy seguro, Max. Creo que a veces me siento observado, pero nunca he pensado mucho en ello —respondió con una sonrisa despreocupada.

No era exactamente la respuesta que esperaba, pero no me rendí. Sabía que las indirectas eran una forma sutil de comunicar mis sentimientos, pero necesitaba ser más claro.

La siguiente oportunidad llegó un par de días después, cuando estábamos revisando algunas estrategias para la carrera. Mientras él hablaba apasionadamente sobre las curvas y las velocidades, aproveché un momento de pausa para intervenir.

—Sabes, Checo, creo que todos tenemos algo o alguien que nos motiva a ser mejores —dije, intentando que mi voz sonara casual.

—Sí, tienes razón, Max. Para mí, es mi familia y mis fans. ¿Y para ti? —preguntó, genuinamente interesado.

—Bueno, para mí es alguien muy especial, alguien que me inspira todos los días —respondí, mirándolo directamente a los ojos.

Pero, en lugar de captar la indirecta, simplemente asintió y siguió hablando de las estrategias. Sentí una pequeña punzada de frustración, pero también una creciente determinación. No podía rendirme aún.

Una tarde, después de una larga sesión en el simulador, decidí intentar algo más obvio. Habíamos terminado y estábamos descansando en la sala de pilotos.

—Checo, ¿alguna vez has pensado en lo que harías si alguien cercano a ti confesara que está enamorado de ti? —pregunté, tratando de sonar despreocupado.

Él levantó una ceja, claramente confundido por la pregunta.

—No lo sé, Max. Supongo que dependería de quién fuera esa persona y de cómo me sintiera yo al respecto —respondió, encogiéndose de hombros.

Sentí que me estaba acercando, pero aún no lo suficiente. Necesitaba ser más directo sin ser demasiado obvio.

Mi siguiente intento fue durante una cena con algunos amigos del equipo. Estábamos hablando de nuestros planes para el futuro, y vi la oportunidad perfecta.

—Creo que, en el futuro, me gustaría estar con alguien que realmente entienda mi mundo y comparta mis pasiones —dije, mirando a Checo.

Él sonrió y asintió, pero no dijo nada más. Sentí que estaba golpeando una pared invisible con cada intento. Las indirectas no estaban funcionando como esperaba.

Finalmente, después de varios días de frustración, decidí que necesitaba un consejo externo. Mis amigos, Charles y Lando, siempre habían sido buenos para darme ideas, aunque a veces no funcionaran. Los reuní en mi habitación y les conté sobre mis intentos fallidos.