Trata de recuperar su amor

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Consejo: Una película de amor

Expectativa: Al protagonista le funcionó.

Contras: Checo y yo ya no compartimos ni el mismo piso de habitación, no es como antes y estoy seguro que me odia.

El resto de la temporada fue una mezcla de intentos desesperados y frustración constante. Traté de arreglar las cosas con Checo tanto en la pista como en privado. En las carreras, hacía lo posible por ayudarlo, le cedía posiciones, intentaba facilitarle las maniobras, pero nada parecía ser suficiente. En los momentos fuera de la pista, intentaba hablar con él, mostrarle que realmente lamentaba lo sucedido, pero siempre recibía la misma respuesta: "Todo está bien, Max."

Sin embargo, sus palabras no coincidían con sus acciones. La forma en que me trataba había cambiado drásticamente. Ya no había risas compartidas, ni bromas, ni esa camaradería que tanto apreciaba. En su lugar, había una frialdad que me destrozaba por dentro. Cada vez que intentaba acercarme, era como si chocara contra un muro invisible, una barrera que Checo había levantado para protegerse de mí.

Luego de varias semanas de este tormento emocional, finalmente llegué al límite. No podía seguir soportando la indiferencia, el dolor constante de ver cómo nuestra relación se desmoronaba. Una noche, después de una carrera particularmente difícil, me armé de valor y fui a su habitación. Toqué la puerta, esperando que me abriera.

—¿Max? —dijo al abrir la puerta, sorprendido de verme allí tan tarde.

—Checo, necesito hablar contigo —mi voz temblaba ligeramente, sintiendo cómo la emoción se acumulaba en mi garganta.

Me dejó pasar y cerró la puerta detrás de mí. Nos sentamos en la pequeña sala de su habitación, y durante unos segundos, no supe por dónde empezar. Finalmente, las palabras empezaron a salir.

—No puedo más con esto, Checo —dije, mis ojos comenzando a llenarse de lágrimas—. He intentado todo para arreglar las cosas, pero nada funciona. Dices que todo está bien, pero no lo está. Lo sé, lo siento cada día.

Él me miró con una mezcla de sorpresa y compasión. No estaba acostumbrado a verme así, tan vulnerable. Siempre había sido el fuerte, el que no dejaba que las emociones lo dominaran. Pero esta vez era diferente. No pude contener más las lágrimas y empecé a llorar como un niño, sin poder controlar los sollozos.

—Max... —murmuró, sin saber qué hacer.

Sentí cómo su mano se posaba en mi hombro, un gesto de consuelo que, aunque pequeño, significaba mucho para mí en ese momento. Las lágrimas seguían cayendo, y no podía parar. Todo el peso de la culpa, el arrepentimiento y la tristeza se desbordaba en esos sollozos.

—Lo siento tanto, Checo. No quería que esto pasara. No sabía que iba a lastimarte tanto —logré decir entre sollozos.

Checo suspiró profundamente, y por un momento, pareció que iba a decir algo, pero se detuvo. En su lugar, se acercó un poco más y me abrazó. Fue un abrazo tímido al principio, como si no supiera si era lo correcto, pero luego se volvió más firme, más reconfortante.

—Max, no sé qué decir. Todo esto ha sido muy difícil para ambos —dijo suavemente—. Pero no quiero verte así.

Me aferré a él, sintiendo un alivio momentáneo en su abrazo. A pesar de todo, aún me importaba profundamente, y su consuelo era lo único que necesitaba en ese instante.

—No quiero perderte como amigo, Checo —dije, mi voz aún temblando—. Haré lo que sea necesario para arreglar esto.

—No has perdido mi amistad, Max. Solo... necesito tiempo —respondió, apartándose un poco para mirarme a los ojos—. Esto no se arregla de la noche a la mañana. Pero estoy dispuesto a intentarlo, si tú también lo estás.

Asentí, limpiándome las lágrimas con la manga. Aún había un largo camino por delante, pero en ese momento, sentí una chispa de esperanza. Tal vez, solo tal vez, las cosas podían mejorar. Pero sabía que tendría que ser paciente, y demostrar con acciones, no solo con palabras, que realmente estaba comprometido a reparar el daño que había causado.

Checo me dio una última palmadita en el hombro antes de levantarse.

—Vamos a dormir, Max. Mañana será un nuevo día —dijo con una pequeña sonrisa.

Asentí y me levanté también. Esa noche, me fui a la cama con una mezcla de emociones, pero por primera vez en mucho tiempo, sentí que había una posibilidad de redención. Estaba decidido a no rendirme y a demostrarle a Checo que nuestra amistad valía la pena ser rescatada.

Efectividad: 100%

Consejo aprobado

Guía para enamorar a Checo Pérez || Chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora