Guía para enamorar a Checo Pérez || Chestappen

Míralo como si fuera la única persona en el mundo

Consejo: Yuki

Expectativa: Le funcionó a él con Pierre.

Contras: No apto para menores de edad 🔞🔞🔞🔞🔞🔞 ⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️

(Nota de la autora: Puedes saltarte este capítulo si no te gustan este tipo de lectura/situaciones. Si así lo decides este capítulo no afectará en la trama. )

Recién llegados de la fiesta de celebración de nuestro increíble 1-2, Checo y yo nos tumbamos en la cama de mi habitación. Todavía con la adrenalina del triunfo corriendo por nuestras venas, comenzamos a hablar sobre el día y sobre nosotros, disfrutando del momento de intimidad que habíamos encontrado en medio de toda la euforia.

—¿Sabes? —dijo Checo, con una sonrisa en sus labios—. No puedo creer lo bien que salió todo hoy. Fue perfecto.

—Sí, fue increíble —respondí, todavía sonriendo por la victoria—. No puedo esperar para repetirlo.

Nos quedamos en silencio por un momento, simplemente disfrutando de la compañía del otro. La habitación estaba bañada por la tenue luz de la lámpara, creando una atmósfera acogedora y tranquila. Me sentía en paz, pero también había algo que rondaba mi mente, una pregunta que no había tenido el valor de hacer hasta ahora.

—¿Ya lo has hecho? —pregunté de repente, sintiendo que mis mejillas se ruborizaban.

Checo me miró, sorprendido por la pregunta, pero luego sonrió y asintió con la cabeza.

—Un par de veces —admitió con naturalidad.

Sentí un nudo en el estómago, una mezcla de nervios y curiosidad.

—Oh... —murmuré, sin saber qué más decir.

—¿Y tú? —preguntó Checo, sus ojos fijándose en los míos con una intensidad que me hizo tragar saliva—. Max, ¿ya lo has hecho?

Desvié la mirada, avergonzado, y negué con la cabeza.

—No —confesé en voz baja—. Mi primer beso fuiste tú.

Checo se acercó a mí, su expresión cambiando a una mezcla de ternura y sorpresa.

—Max, ¿por qué no me lo dijiste antes? —preguntó, colocando una mano en mi mejilla.

—Tenía vergüenza —admití, cubriéndome la cara con las manos.

—No tienes por qué tenerla —dijo Checo con una sonrisa, inclinándose para besarme suavemente, poniéndose en horcajadas.

El beso era cálido y reconfortante, y sentí cómo mis nervios comenzaban a desvanecerse. Mis manos se movieron por su espalda, explorando cada músculo, hasta que llegaron a su trasero, lo cual provocó una risa suave de su parte.

—No eres tan inexperto —rió Checo cuando comencé a masajear su trasero.

—Leí algo —dije con una sonrisa cómplice.

—¿Cómo qué?

Con un movimiento rápido, lo giré y comencé a besarlo con más intensidad. Mis labios se movieron desde su boca hacia su cuello, bajando lentamente por su pecho y abdomen. Sentí que su respiración se aceleraba, y supe que estaba en el camino correcto.

—¿Te lo han hecho antes? —pregunté, mirándolo a los ojos.

—Sí —murmuró Checo, su voz cargada de anticipación.

—Pues esta será la mejor del mundo —dije con determinación.

Checo cerró los ojos y suspiró profundamente, y supe que estaba disfrutando. Me sentí más seguro de mí mismo y continué, decidido a hacer de este momento algo verdaderamente especial. Era nuestra primera vez explorando algo tan íntimo juntos, y quería que fuera perfecto para ambos.y