WILD

Capítulo 13

ABBY

《Relajate》

-¿De qué se supone que quieres hablar?.- Pregunto lo más calmadamente posible mientras no dejo de moverme bajo él.

-¿Me estás jodiendo verdad?- Respira hondo.- ¿Podrías dejar de restregar tus caderas contra mi polla porfavor? Así no me concentro.

-¿Yo? ¡Tú eres el que me ha atado a una cama! Ahora te jodes.- Subo más arriba mis caderas todavía.

Finalmente se separa y se sienta al otro lado. Silencio absoluto.

-¿Ha venido Becca verdad?

Asiento con cautela.

-Lo sabes.- Afirma

Vuelvo a asentir con la cabeza.

Cierra los ojos y se pasa la mano por el pelo alborotándolo más de lo que ya lo lleva.

-¿Porqué no me lo habías contando antes?

-No creía que fuera relevante.

-¿Enserio?

-Enserio

-Dylan, que tu ex-comprometida se presentara durante la cena dispuesta a recuperarte y que tengas cinco meses para decidir todo tu futuro era algo para contar si me consideraras una persona importante para tí.

-Miedo a perderte.-Dice unos segundos más tarde.- Miedo al compromiso, miedo a permanecer con una sola persona siempre, miedo a tener que comerle el culo a mi padre para asegurarme un futuro y no ser feliz, miedo a todo eso. Tenía planeado explicartelo pero de un momento a otro de lo que más miedo tenía era de perderte.

Mis ojos se aguan y de alguna manera comienzo a llorar interiormente.

-¿Me puedes sacar las esposas de una vez?

-¿Para que, para pegarme verdad? Olvídalo.- Se vuelve a su posición original encima mío.

-Estoy cabreada Dylan, suéltame. Ahora.

- O si no ¿qué? Estas a mi merced en estos momentos.

Sube las manos por mis caderas hasta situarlas en mi cintura. Me mira jugetonamente.

-No.

Sin hacer caso a mis palabras comienza a hacerme cosquillas.

-P-p-para de una v-v-vez.- Sigo riéndome.- V-v-vamos a despertar a L-livy.

-Aún nos queda algo por hablar.- Para de hacerme cosquillas, se baja de la cama y va hacia la chaqueta, saca un par de pequeñas llaves plateadas.

*Porfín*

-¿Qué somos Abby?-Pregunta acercándose.

-¿Personas?- Respondo con una sonrisa.

-Hablo enserio.- comienza a abrir las esposas

-Nosé, ¿qué quieres que seámos?

Me froto las muñecas rojas por la fricción de las esposas, me incorporo sentándome frente a él. Nos miramos durante unos segundos.

-¿Oficialmente estamos saliendo?

-Oficialmente estamos saliendo.- Contesta con una enorme sonrisa, me coge de la nuca y me besa con un beso dulce, casto, de colegial.

Mi sonrisa crece y lo tiro hacia atrás en la cama siéndo yo la que tiene el poder, aprofundizo el beso, mi lengua pide paso en su boca y el gustosamente acepta. Unas mariposas que creía más que muertas reaparecen en mi bajo vientre, me restriego un poco más hasta que noto el bulto del que va creciendo y apretando el pantalón de deporte.