ABBY
El trabajo me mantiene bastante ocupada. Durante estas semanas Blanca me ha mando de aquí para allí cientos de veces. Un día a comprobar las telas de la nueva colección, otro a las modelos, otro la fabricación. Es un no parar.
En todas las semanas he sido capaz de mirar a la cara de Dylan, cada vez que nos cruzamos por los pasillos de la universidad la giro lo más rápido que puedo. Siento que si en algún momento mis ojos se cruzan con los suyos recordaré todas las palabras que más daño me han echo. Las que me rompieron en mil pedazos. Aquellas de las que me estoy recuperando lentamente.
De lo que sí he sido capaz de darme cuenta es de la presencia de Becca, quién hace poco más de una semana comenzó las clases en la universidad. Es como una lapa pegada al brazo de Dylan todo el día.
Sí, de eso me he dado cuenta.
Hoy sábado parece ser un día bastante tranquilo, algo soleado pero no mucho. Por la noche vi en las noticias que las probabilidades de que lloviera hoy eran de un 97% por lo que he decidido quedarme en casa.
Livy como todos los fines de semana me deja abandonada en casa así que lo único que puedo hacer y voy a hacer es ver Arrow. Amo esa serie, amo todo lo relacionado con esa serie.
Preparo un bol de palomitas (sí, es por la mañana y voy a preparar palomitas) y el ordenador. Con mi pijama de Minnie Mouse y mis calcetines a rayas rojas me tumbo en el sofá con el ordenador encima de la barriga y el bol de palomitas a un lado.
Dos capítulos más tarde suena mi móvil y me saca fuera del momento romanticón de la serie.
Numero desconocido
No sé quién es, eso esta claro. Aunque bueno... podría ser Tyler. Desde el día que vi sus mensajes y lo intenté llamar unas veinte veces pero no lo cogió no una sola vez no he sabido nada de él. Lo único que espero es que esté bien.
—¿Si?— pregunto sin estar segura de que haber cogido la llamada haya sido lo más inteligente por mi parte.
—¿Abby?
—¿Will? ¿Como tienes mi número?— la sorpresa es evidente en mi voz.
—Me lo dio Dylan hace tiempo. Escucha, necesito un favor.
—Claro dime, haré lo que pueda.
—Hace una hora que intento contactar con el idiota de mi hermano pero no me lo coge y necesito que alguien cuide de Ally hasta mañana.
Evado cualquier pensamiento de preocupación sobre Dylan y me centro en Abby.
—Claro, siempre que estés libre y no tengas nada que hacer. Sé que le hace ilusión pasar tiempo junto contigo— . Añade cuando ve que no respondo.
—No claro, esta bien, no tengo nada que hacer. Te envío mi dirección en un mensaje.
Me agradece unas veinte veces más y cuelga. Le envío la dirección y le añado que traiga un paquete de macarrones. No hay nada que comer y de algo tendré que alimentar al terremoto de Abby.
Vaya, mi cita con Arrow se acabó por hoy. Suspiro resignada mientras recojo el bol de palomitas y el ordenador guardándolo en su sitio.
Me miro de arriba abajo en el espejo.《Pareces una solterona de 50, solo te faltan los gatos.》
Me río ante tal comentario de mi cabeza y decido ir a darme una ducha antes de que lleguen.
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WILD
Teen Fiction¿Qué pasaría si dos personas que se llevan mal a rabiar tienen que trabajar juntas? ¿Qué pasaría si tuvieran que actuar como enamorados? ¿Y si la realidad supera la ficción? Para Abby de 23 años le es bastante difícil combinar la universidad con su...