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── hoy vuelvo tarde. ── dijo Asa mientras se peinaba

Rora blanqueo los ojos,  Asa siempre salía.

── no tienes porqué avisarme..., pero okay, vuelve con cuidado, supongo. ── respondio, en el fondo, quería hacer miles de preguntas; pero sabía que si preguntaba le iría mal.

── No me esperes como la última vez, no sirves para desvelarte, Rora.

── No te estaba esperando..., tenía mucha tarea atrasada por hacer.

Una risa burlona se escucho.

── ¿de que mierda te ríes, Asa? ── pregunto enojada Rora

── tienes que ser más responsable, Lee. ── reto a la menor, sabia que la menor perdía la paciencia muy rápido.

── ¿¡Yo irresponsable!? ¡esa eres tú, no conoces la palabra estudiar, Asa! ── grito Rora enojada, ¿ahora se creía alguien importante en su vida para decirle irresponsable?

── shh, calladita más bonita, Dain. Se me hace tarde, me voy, adiós.  ── se despidió corriendo antes de que la menor le lanzará el libro que sostenía en su mano.

── ¡Te odio Asa! ── grito mientras se escuchaba la puerta cerrarse.

Rora suspiró, hoy también iba a salir con sus amigas.

Al rato

── Roro,  se que no te gusta que te apuren,  pero...¿ya estas viniendo? El boliche cierra las entradas a las nueve y ya son las ocho y cuarenta...── dijo en voz baja Haram con temor, no le gustaba apurar a su amiga; pero quería disfrutar la fiesta.

── Si Haram..., ya estoy llegando. ── respondio Rora algo enojada a la otra línea.

── suenas enojada, ¿paso algo? ── consulto Haram con una mueca.

── llegó y te cuento, estoy ahí en menos de cinco minutos Haram. ── dijo agitada, llevaba como veinte minutos yendo a la casa de su amiga en BICICLETA.

Minutos más tarde...


── ¡Rora, hola! Pasa. ── saludo Haram con una sonrisa, mientras le daba lugar a su amiga para que pasase a su casa.

── Hola Haram, perdón por llegar tarde y que no pudiéramos salir...── dijo apenada Rora, en estos momentos rogaba que Asa no apareciera porqué la mataría.

── oh, tranquila, Rora. Pero cuéntame, ¿que paso que sonabas enojada en la llamada?.. Y los más importante, ¿por qué carajos viniste en bicicleta!? ── pregunto con el ceño fruncido Haram.

── ¡Es culpa de Asa! Ella se llevó mi moto..., ni siquiera me pidió permiso o algo. Te juro que ella está llegando al limite de mi paciencia; al principio no le sumaba importancia..., pero ahora solo quiero matarla. ── musito entre dientes Lee.

Haram río, pero no por diversión; si no que por pena.

── Rora..., ¿no has pensado que tal vez Asa gusta de ti? Te busca pelea a cada rato solo para llamar tu atención, muy mala manera por cierto. ── dijo Haram con una mueca.

Rora se sintió tan ofendida en ese momento que juro que podría irse en ese mismo momento.

── ¿¡Estás loca, Haram!? ── hablo alterada Lee, eso no podía ser posible, Asa solo quería atención.

Madres por sorpresa | rorasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora