── bien, bien, no lo haré. ── respondió mientras comía, vaya, la comida de Rora era riquísima.
── Rora, ¿nunca haz pensando en estudiar algo relacionado a la cocina? Eres muy buena cocinera, tus platos tendrían 5 estrellas y...
── mi familia decía y dice que no sirvo para la cocina, aunque creo que mi encanto es la cocina.
Asa suspiró.
── no le hagas caso a tu familia..., yo hasta mataría por comer aunque sea una migaja de tu comida, ¡digo la verdad, es riquísima! ── dijo Asa con una sonrisa
Rora solo pudo reir, Asa si que era loca.
Otro aburrido día en la universidad, ¿que podría pasar?
── buenos días, Rora. ──saludo Asa mientras tomaba un café
Rora murmuró, había tenido un sueño extremadamente extraño..., había soñado que Asa le había pintado la cara.
── ten, hice un café para ti..., es como una disculpa por lo del otro día. ── dijo la mayor mientras se pasaba el pan
Rora solo se permitió decir un "gracias", se sentía cansada.
En cuanto tomo un sorbo del café lo escupió.
── ¿¡que mierda tiene esto!? ── pregunto en voz alta Rora, mientras corría a lavarse la boca.
Asa solo se permitió reír fuertemente, hacerle bromas a Rora era su parte favorita del día.
── yaya, no exageres, solo es un poquito de sal..., me voy, llego tarde a mi primera clase. ── respondió mientras tomaba su mochila y salía corriendo de aquel lugar.
Horas después
── uhg, me arruino la mañana Haram, ¿¡entiendes eso!? Yo hoy quería empezar bien... ── musito Rora con un puchero, mientras que Haram le acariaciaba su pelo.
── Asa es asi..., parece que te quiere matar pero a la vez cuidar, es un tanto difícil. Pero ya que, tú ya estás acostumbrada a eso, ¿no? ── pregunto
Rora asintió, pero luego una gran idea se asomo a su cabeza.
── unnie..., ¿tú estarías de acuerdo que me quede unos días en tu hogar? Quiero ver como Asa vive sin mi, así podre tomar una decisión sin que me estorbe o me sienta mal.
Haram asintió, tal vez así su amiga podría descansar un poco de los tratos que recibía por su compañera de cuarto.
── hoy vamos a ir a buscar tus cosas, lleva lo que creas suficiente, roro. ── dijo la rubia mientras se paraba, sus clases ya habían acabado.
Rora pareció pensarlo un poco antes de acceder.
── vale, esta es mi última clase y no tengo nada importante, así que no hay problema. ── respondió con una sonrisa.
. . . .
Bien, empacar las cosas útiles y necesarias se había complicado un poco.
── ¡Ese es el señor panda, debo llevarlo! ── grito Rora mientras tomaba su peluche de panda, ¿como podría abandonar a su amigo de la infancia? ¡Asa lo iba a torturar hasta la muerte! Si, los muñecos no tienen vida..., pero a Rora le gustaba pensar que si.
── Mmm, Roro, tienes que llevar cosas básicas, no te vas a mudar, vas a ver si te sienta bien cambiar de casa por unos dos o cuatro días... ── dijo la rubia mientras veía el desorden.
── uhg, de igual formas señor panda irá conmigo, ¡Asa lo puede torturar Haram! Ella es capaz de hacer hasta las cosas más crueles...── susurro la menor mientras abrazaba a su muñeco, bien, con eso había convencido a Haram.
── vale, llevártelo..
¡hola! Una pequeña actu por el cumple de nuestra querida Rora, perdón por no actualizar; pero la secundaria me esta comiendo viva..., también he pensado en dejar de actualizar el fanfic definitivamente, ¿que dicen? De igual manera, ¡gracias por esperar una actualización! Prometo tratar de estar más activa.
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Madres por sorpresa | rorasa
RandomAsa odia a Rora, ella odia a Asa. Dos jóvenes que son compañeras de habitación tendrán que aprender a convivir gracias a una llegada inesperada, que las tomó por sorpresa.