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── ¡No te enojes!, no lo dije con mala intención.  Pero piensa, tiene un poco de sentido y..── la rubia no terminó de hablar ya que la menor se levantó.

── dejemos esta charla atrás..., nada tiene sentido y nunca lo tendrá. Unnie,  ¿tienes algo de comer? Me muero de hambre.. No recomiendo salir sin comer y andar en bicicleta,  definitivamente no. ── pregunto mientras tocaba su estómago.

Haram suspiró,  sabia que Rora se negaría a cualquier idea; pero sabía que algún día aceptaría.

── si, deja me lavo las manos y preparo algo, ¿puedes ir a comprar palomitas de maíz y algunas bebidas? Por favor, hoy tengo ganas de ver algo. ── dijo la rubia mientras se iba a la cocina.

Rora solo emitió un "ujum" y salio de la casa de su amiga, la tienda no quedaba tan lejos de ahí, así que no tardaría tanto o bueno, eso suponía.



. . .


Cuando llegó a la tienda, encontró mucha mercadería..., no sabía que bebida llevar.
Finalmente se decidió por llevar cuatro latas de gaseosa y cuatro palomitas, comer con Haram era guerra, ¡la rubia comida demasiado rápido!

Río suavemente al salir de la tienda con  una bolsa negra, los recuerdos iban y venían en su mente...

Como aquella vez que la profesora la suspendió a ella y a Haram por reír en clase, en su defensa... La clase estaba muy aburrida y su amiga tenía un gran chisme.

O cuando lloro y río por reprobar un examen,  luego entiendo que las notas no definían su inteligencia.

En un descuido, se vio envuelta en una situación peligrosa y incomoda; la habían tirado para robarle.

── ¡Déjame! ¡basta, ayuda por favor! ── grito entre chillidos Rora, mentiría si dijera que no tenía miedo.

── ¡Suéltame maldito, o maldita no sé como te identificas pero déjame! ── volvió a gritar.

En su mente, ya se imaginaba a Haram lamentado su muerte y culpandose..., pero también se imagino a Asa riéndose de su muerte.

── ¡Si me muero no dejen entrar a Asa a mi funeral, esa maldita se reirá de mi! ──dijo fuertemente y firme de su decisión,  pero una risa se escucho,  confundida dejo de patalear y miro a la persona que se reia.

── ¿Tan mala me crees para reírme de tu muerte? Pero me alaga pensar que sería tu último pensamiento antes de morir, Rora. ── respondio la pelinegra entre risas.

Rora se quedo procesando todo..., esa voz era de Asa.

── ¡Maldita, casi me muero! ¿¡se te hace gracioso bromear con situaciones así, Asa!? ── le grito enojada Lee.

── supongo que tienes razón,  Lee. Pero no tienes que tratar con respetó a alguien que te quiere robar. ── respondió.

── pídeme perdón, Asa.

── ¿qué? No lo voy a hacer, Rora.

── merezco unas disculpas, Kim.

Asa suspiró,  vaya que Rora era insoportable.

──discúlpame por asustarte, no volverá a pasar, lo prometo¿contenta? ── dijo Asa mientras blanquiaba sus ojos.

── pídeme disculpas verdaderas, no falsas.., adiós. ── le respondió con un semblante frío mientras se iba.

Asa suspiró.


Asa suspiró

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Madres por sorpresa | rorasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora