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─ okey, ¿entonces paso todo eso en solo cuestión de minutos? ── pregunto Haram, mientras bajaba las cosas de la menor.

── si..., no la entiendo, ¿sabes? Asa siempre tuvo cambios repentinos con su actitud, yo siempre traté y trato de comprenderla: pero me canse, siento que ella no tiene ni el mínimo interés para mejorar nuestra relación como amigas o compañeras de apartamento. ── dijo la menor mientras tocaba su propia frente,  habían tardado unas horas en llegar al departamento de la mayor, ya que habían ido de comprar para distraer a la menor.

── bueno, no sé mucho de esto, pero creo que deberías decirle las cosas que te incomodan y las cosas que no te incomodan, ya sabes, para tratar de mejorar cualquier tipo de relación que tengan. ── hablo la mayor mientras acomodaba las cosas.

── uh, ¡Eres tan sabía unnie! Pero ella debe de poner su parte, no siempre haré las pases yo..., es cansador. 


── Dios mio Asa, cálmate

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── Dios mio Asa, cálmate. Solo fue una pelea, ya va a pasar...── dijo Pharita mientras comía una manzana.

Asa llevaba maldiciendo casi dos malditas horas.

── ¡Es que no entiendes! Yo me exprese mal y..., ahg, no creo poder vivir sin ella una semana completa; ella era la que más me entendía, ¡y me ayuda, y y cocinaba riquísimo! Soy una estúpida...── musito Asa con un puchero, cuando Rora se fue, no tardo ni dos minutos en gritar y pegarle a su cama, sentía que la menor la había abandonado.

── dale su espacio,  cada persona tiene un límite Asa, cuando le hiciste esa broma, ¿le preguntaste si se había levantado bien? O cuando hacías todas esas bromas, ¿no fuiste capaz de preguntar si ella estaba bien o mal en esos momentos? Asa, a veces las personas no dicen o no demuestran como están,  mayormente porqué creen que es molesto para los demas; inclusive para ellos mismos...Pero siempre hay algo que rebasa el vaso, tal vez y ella ya venía mal y nunca te lo dijo. ──  respondió Rita mientras miraba a Asa caminar, ya se había hecho tarde y tenía que irse.

── es tarde, me voy, cuídate Asa. ── se despidió la mayor con un beso en el cachete.

Asa solo asintió mientras trataba de procesar lo que había dicho anteriormente Pharita, ¿y si tenía razón? ¡Ahora se sentía el doble de culpable por todo!

── mierda y más mierda..., ahg, eres una genial Asa, has jodido a la única mujer que te llegó a soportar en tus locuras... te felicitó,  estúpida. ── pensó la alta mientras se iba a su habitación.

Madres por sorpresa | rorasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora