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Bueno, la semana no habia empezado de la mejor manera, Jeongin se habia enfermado, preocupando gravemente a las chicas, por lo que estuvieron faltando unos dias a la universidad hasta que su niño se recuperara totalmente. Gracias a dios sus profesores entendieron la situación y les mandaron apoyó, deseando que el pequeño Jeong se recuperará pronto.

Cuidar a Jeong era trabajo difícil últimamente,  y más porque la asistente social iba a dar una visita para ver como estaba Jeong y si el ambiente era adecuado para el menor.

── Bueno, Jeong tienes que tomar este remedio, asi te vas a recuperar completamente y vas a poder jugar con Berry.  ── le explico Rora al menor con esperanzas de que este al escuchar el nombre "Berry" aceptara tomar el remedio.

Berry era la perrita de uno de sus vecinos, Chan, quien vivía con su pareja Seungmin.  La verdad la manera en la que se entero de la existencia de los dos chicos fue un tanto...¿vergonzosa? Aun recuerda ese día.

Hace unas semanas atrás.

── Asa, ¿haz visto a Jeong? Lo estoy buscando desde hace unos minutos... quería comentarle que Haram quiere llevarlo al cine este sábado..., pero no esta en ninguna parte, ni siquiera abajo de la cama. ── pregunto curiosa Rora, con un tono de preocupación vidente.

Asa guardo silencio.

── ah, sabia que el silencio no era normal, pero no, no lo he visto, ¿segura que buscaste bien? Jeong es pequeño y puede esconderse en lugares un tanto...peculiares. ── respondió mientras dejaba de prestarle atención a su serie y se paraba.

── ahg.., posta, ¿en serio me estas diciendo que no la haz visto? ── dijo ya enojada. ── Asa, Jeong estaba hace ni media hora acá, con contigo.

── pues escuche como la puerta se abría, pensaba que eras tu y...── pensó lo que estaba diciendo. ── ¡JEONGIN ABRIO LA PUERTA Y SE FUE, FUE EL!── grito agarrándose la cabeza, mientras se dirigía a la puerta.

Rora abrió su boca, sorprendida, fue detrás de Asa.

── ¡Eres una tonta! Ahora vamos a tener que tocar puerta por puerta para ver con quien esta Jeong...── susurró lo último, siendo escucha por Asa, quien asintió.

Habían pasado un buen rato tocando todas las puertas para preguntar por Jeongin,  pero solamente recibían un no como respuesta.

Ya extresadas y preocupadas, fueron a tocar la última puerta que se encontraba en su piso, la puerta 0325 que se encontraba al lado de su departamento.

Con esperanzas, tocaron la puerta,  siendo atendidas casi al instante por un chico alto y tenía el pelo color castaño.

── buenas tardes, ¿que se les ofrece? ── preguntó amablemente con una sonrisa.

Rora sin pensarlo más, dijo:

── buenas tardes, buscamos a un niño de aproximadamente cinco años, tiene cara de zorrito y esta vestido con una remera de marvel azul con unos jeans negros, ¿lo ha visto por aquí? ── dijo con un tono desesperante.

── Uoh, entonces el pequeño es de ustedes,  pasen por favor.  ── respondió mientras se hacia a un costado, permitiendo que las chicas entraran.

Rora sintió que su alma estaba de vuelta.

── amor, el pequeño es hijo de ellas, o eso parece. ── hablo con una sonrisa, viendo a su novio tirado en el suelo jugando con una perrita blanca con manchas marrones junto a Jeong.

── ¡JEONGIN! ¡ven aquí ahora mismo! ── dijo en un tono fuerte Rora, provocando un silencio muy incómodo.

Jeong sabía que estaba en problemas, así que se acercó lentamente hacia Rora.

Madres por sorpresa | rorasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora