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── bien, ve con cuidado y..., cuida bien a Jeong,  tú también cuídate.  ── dijo Asa mientras miraba a Rora.

── lo sé, no entiendo tu preocupación..., volveremos lo más pronto posible, y si no vuelvo, lo más seguro es que me haya  quedado a dormir en la casa de Haram. ── menciono Rora mientras acomodaba la ropa de Jeong.

Un silencio se hizo presente.

── Asa, te voy a traer un pedazo de factura a escondida de Haram. ── hablo Jeong,  haciendo reír a las mayores.

── oh, entonces suerte y hazlo con cuidado, es una misión super importante.  ── susurró lo último Asa, con una sonrisa.

── yo ayudare a Jeong a esconder la misión,  entonces.  ── se unió Rora, riendo ahora los tres.

Cualquiera que estuviera ahí, diría que eran una familia.

── se nos hace tarde, debemos irnos. ── dijo Rora.

── en serio, vayan con cuidado, miren hacia los costados,  tú Jeong no te despegues de Rora ni de Haram, si pasa algo me avisan. ── hablo Asa acomodando el cabello de Rora, provocando una sonrisa en la contraria.

── vale mamá, iremos con cuidado, tú también cuídate. ── se despidió Rora.

── adiós Asa, te quiero. ── dijo Jeong para luego irse con Rora.

Asa suspiró, sentía un mal presentimiento, pero  estaba decidida que eran por el sueño de la noche anterior.

── ¿qué haremos con Haram? ── pregunto Jeong

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── ¿qué haremos con Haram? ── pregunto Jeong.

── oh, pues iremos al cine junto a ella y Winter, lo más posible es que vaya Seung. 

── ¿con que iremos? ── volvió a preguntar.

Rora río, Jeong era un niño muy curioso.

── en auto, pedi un taxi.

── ¿cuanto falta para que llegue?

── ya llego, es el auto de amarillo. ── dijo para luego abrir la puerta de aquel auto y subir primero a Jeong, subiendo ella al último.

── buenos días, nos llevará a la plaza central, justo adelante del cine. ─ saludo Rora.

── buenos días señorita, claro. ── respondió el conductor.

El transcurso fue cómodo gracias a las preguntas de Jeong y la amabilidad del conductor,  quien le respondía las preguntas y le sacaba charla a Rora, por lo que ella sabía, su nombre era Jake.

── ¿Entonces usted cobra dependiendo de cuantas cuadras y o lugar nos lleve? ──  preguntó un curioso Jeong, mientras veía la ventana.

── así es pequeño. ── respondió con una sonrisa.

── ¿usted sabía que ahora mismo vamos a ver a una amiga de Rora? Asa le dice rubia mal teñida. ── hablo Jeong con una sonrisa.

Rora y Jake estallaron en risas.

Lastima que no vieron el auto que salia de la nada a toda velocidad.

Lo último que vio Rora es a Jeong aferrarse a ella mientras que ella lo abrazaba, y a Jake tapandose la cara, luego todo fue negro.

Madres por sorpresa | rorasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora