Segundo libro
Primero: mi dulce karma
Luna Hell la pequeña hija de Charlotte y Lucas, líder de la mafia.
Está joven cumple el rol más importante de esta historia, la protagonista que tendrá que estar del bando contrario de su padre para lograr un o...
— ¿Entonces has estado trabajando en ese lugar y recaudando información?- tomo un trago de su bebida.
— así es.
— ¿Cómo le hiciste para convencer a tu padre?
Yo agarre la bebida que me acababan de servir.
— a no- agarro la bebida- usted está chiquita.
Estábamos en un bar ya que mi padre estaba cerrando unos negocios con sus socios.
— un trago y ya- le dije con una sonrisa.
El soltó una risa.
— no princesa- se la tomó el- ya te dije que estás chiquita.
Me cuidaba demasiado a veces.
— uy y usted ya tiene cuarenta años- me reí.
— respeta a tus mayores.
— si señor de cuarenta años.
— tengo 19.
— pareces de cuarenta- el se levantó y se puso frente a mi.
— ¿No me ves? Estoy en la juventud- me estaba riendo a carcajadas.
Le di un golpe suave en el abdomen.
— oye- me vio.
— ¿Que?- controlaba mi risa.
— ¿Bailamos?
Lo ví con confusión.
— no se bailar.
— ¿Crees que me importa?- agarro mi mano y me empezó a llevar a la pista de baile del bar donde casi no había nadie.
Ven hombres armados daba miedo y preferían no estar dentro del lugar.
— te voy a pisar los pies.
— no me importa- sonríe- solo quiero bailar contigo.
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Ya había pisado a Matteo una vez pero por fin empecé a bailar.
— al ritmo de la música, Luna.
— eso intento.
Matteo me estaba viendo bailar con una sonrisa que yo pensaba que era de diversión.
El sonido de los policías se escucharon, se acercaban.
Nos detuvimos en es momento.
Intenté irme con mi padre pero no pude, Matteo le agarro al escuchar algunos disparos.
— préstame tu arma- el me la dió al momento- vete.
— pero- lo interrumpí.
— ¡Que te vayas carajo!
— no- saco otra de una funda que siempre llevaba- a un amigo no se le deja solo.
Mientras eso pasaba el intercambio de disparos continuaba.
<<Papá>>
— ¡cubre me!
Salí disparando y me acerque a dónde estaba mi padre disparando.
— hija, vete.
— no- empecé a disparar con puntería dándole a los oficiales.
— ¡Vámonos!
Salimos del bar y nos subimos a los autos.
<<¿Matteo?>>
Lo busque con la mirada hasta que lo ví dentro del bar con un disparo en la pierna.
— voy por el.
— ¡Luna!- ví rápidamente a mi padre.
— a un amigo no se le abandona.
Me baje corriendo y rasgue el vestido que llevaba puesto.
— rápido, vámonos- me agache y le vende la pierna- vendrán más.
Los ayude a levantarse y lo lleve a afuera donde deje mi moto.
— no sabía que sabías usar eso- se agarró de mi.
— no es el momento.
Arranque y empecé a seguir a loa autos negros donde iba mi padre.
— tenemos un doctor especial para nosotros.
— lo se- seguí manejando.
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NOTICIAS
— lograron escapar dejando oficiales sin vida.
Un reportero estaba hablando por televisión.
— de estos criminales solo se logró obtener el rostro de una chica- mostraron una imagen mia- la imagen está borrosa y no se sabe con seguridad quien es la chica.
— uy famosa te volviste- me dió un golpe suave- princesa.