Segundo libro
Primero: mi dulce karma
Luna Hell la pequeña hija de Charlotte y Lucas, líder de la mafia.
Está joven cumple el rol más importante de esta historia, la protagonista que tendrá que estar del bando contrario de su padre para lograr un o...
El hombre solo me vio, su expresión parecía suplicar por su vida.
— te tengo un trabajito.
— ¿de que trata?
— veo que estás dispuesto- saque una cajita de mi bolsillo.
— lo hago porque quiero vivir para estar con mi familia.
— bueno- abrí la caja dejando ver un collar con una aguila grabada- te voy a dejar ir y le vas a dar está a Charlotte ¿Entendido?
— ¿Solo eso?
— si- lo comienze a desamarrar- pero si le dices algo a tu jefe, te mueres, pórtate bien.
Se levanto de la silla y me vio.
— toma- le di la cajita.
— ¿Un collar?
— no cualquiera, está hecho especialmente para tu mamá- abrió el collar, tiene un rastreador dentro.
— un rastreador, que original.
— verdad.
<<Espero que esto funcione>>
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— tome- le dió la caja.
— Tomas ¿Que es esto?- agarro la cajita y la abrió.
— señora, los hombres de su esposo el "León" me agarraron y su hija me dijo que si quería vivir le diera este collar a usted- resumió.
— ¿Mi esposo y mi hija? ¿Les dijiste dónde estoy?- la emoción se notaba mucho en el tono de su voz.
— no, solo me dijieron que le diera el collar.
Charlotte se puso el collar y este se activo dejando la señal del rastreador.
— gracias, espero que vengan por mi ¿Cómo es mi hija?
Ase años no veía a Luna así que ya no sabía si seguía igual.
— le seré sincero, es un demonio, me torturó para que hablara a las buenas o a las malas- solo recordar eso le daba temor- pero es un joven muy bonita.
Por otro lado Luna y Lucas estaban sentados frente a la computadora.
— mira, ya tenemos la señal del collar- vio el punto rojo en su computadora.
— ¿Cuando vamos por ella?
— primero tenemos que investigar algunas cosas y empezaremos a planear cómo entrar sin que nos vean.
— bueno, supongo que sabes lo que haces- se comió otra gomita.
— ¿No ya deberías irte a dormir?- la vio.
— lo mismo digo, papá.
Los dos se quedaron callados sin decir nada.
Luna sabía cómo llevar la contraria, parecía la copia exacta de Lucas.
— vámonos a dormir- apagó la computadora.
— si, ya estoy cansada- se levantó de su silla.
Lucas llevo a Luna a su habitación.
— que descanses princesa- le dió un beso en la frente.
— tu también, papá- cerro la puerta de su habitación.
Lucas saco su celular y marco unos números.
— investiguen todo, en menos de un mes iremos por mi esposa.