SED DE VENGANZA #2

25

La policía se quedó en la casa y encontraron a Jayden herido y con un mensaje.

"su regalito oficiales"

Eso lo había escrito Matteo.

Las aguas estaban muy agotadas y el helicóptero los dejo en un hotel para que se quedarán en el lugar mientras se calmaba todo.

Lucas se quedó en una habitación con Leon en silencio analizando todo lo que había pasado.

— nos dió un susto, señor.

— lo siento- suspiro quitándose el chaleco anti balas- hice llorar a mi pequeña.

Por otro lado, en una habitación pisos más arriba estaban Matteo y Luna.

— maldita sea.

— ¿Que pasa?- Matteo la vio pero de inmediato se volteo a otro lado ya que ella se había quitado casi todo.

— no estoy cómoda con esto puesto y no tengo ropa.

— ¿quieres ponerte mi playera? Solo te va a quedar grande- sigue viendo a otro lado aunque con tentación de voltear.

Luna noto sus mejillas rojas y sonrió.

— está bien- se acercó un poco a la cama de Matteo.

Matteo se quitó la playera dejando su torso descubierto.

— toma princesa- se volteo con cuidado pero se sorprendió al verla atrás de él.

Luna paso sus brazos por sus hombros y se recargo a él pegando su cuerpo con su espalda.

— ¿Luna?- se sentía nervioso pero tan tentado por ella.

— ¿Si? Matteo- dijo en su oído de manera suave y coqueta.

El sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y sus mejillas estaban rojas.

— ¿Que estás tratando de hacer?- solo quería asegurarse de que no estaba pensando mal en lo que Luna estaba haciendo, tal vez solo era un abrazo y él ya lo estaba mal interpretando eso.

Luna se movió contra la espalda de Matteo haciéndolo sentir sus pechos pegados a su espalda.

— trato de hacer que divierta mos un poco después de todo el estrés de ase rato- paso sus manos por el torso de Matteo.

— princesa, si empiezas no voy a parar- sonrió- tu padre nos puede venir a ver y encontrarnos haciendo eso, mejor duérmete.

— sabes que no voy a poder dormir- besa su cuello.

Matteo realmente trataba de no caer en la tentación de poder hacer suya a Luna en ese momento, no pudo con tanta tensión y rebusco en los cajones de la habitación algún maldito condón.

Por suerte encontró dos y se dispuso ha darle Luna lo que tanto quería.

— Matteo~- Luna envolvió sus piernas al rededor de la cadera de Matteo mientras esté se movía.

No lo estaba haciendo de manera brusca pero si lo suficientemente fuerte para que ella disfrutará.

— ¿Te gusta?- acaricio su cintura.

Ella no lo pudo negar y se agarró a la espalda de Matteo.

— ya me cansé de ser tan suave- sonrió- ahora empieza lo mejor, no hagas tanto ruido, princesa.

Matteo paso una mano por la pierna de Luna empezando la a subir a su hombro.

— ¿Matteo?- ella no esperaba eso.

— Ti amo principessa- dijo en italiano mientras besaba sus labios.

Pasaron un rato haciendo sus cosas de manera discreta pero con un poco de preocupación de que Lucas entrara y los viera haciendo eso o de que llegara la política mientras estaban en medio de su pasión, no querían interrupción.