Félix es un lindo y tierno Omega que su padre decide llevarlo a un club para venderlo como simple objeto abandonandolo en ese mismo sitio sin conocer el lugar, pero después nunca creyó conocer a una persona que cambió su vida de la noche a la mañana...
Hwang estaba en la habitación ya recién duchado ya que tuvo un día muy cansado, primero estuvo con la organización sobre temas de su trabajo luego el papeleo a parte de que su hermano estuvo fastidiando en el día que fuera a una tonta fiesta de adolescentes pero al menos iba con Minho todo iba a estar bien, esta sentado en su cama ya su espalda tenía recostada en el respaldo de ella mientras está concentrado en su teléfono, ya solo esperaba a su lindo Omega que se estaba tomando una ducha para así dormir juntos, desde que Félix hace un mes duerme en su habitación y en su propia cama, porque no quería que durmiera solo así que tenerlo cerca se sentía una paz, estaba tan sumergido en sus pensamientos por su omega cuando se escuchó que abre la puerta del baño, su vista fue viendo al ver como el Omega recién duchado teniendo una linda bata rosa a su cuerpo eso lo volvía loco el Alfa, su cabello recién secado, no perdía su vista en el rubio mientras que se ponía su boxer luego una de sus camisas aunque le quedan un poco grande le encantaba ponerlas ya que tenía impregnadas su olor en ellas.
-Cada día estás más hermoso Omega.- Habló Hwang llamando la atención del omega.- Ven acá.- Palmeó sus piernas dándole entender que se siente en ellas, y el Omega obediente sube a la cama gateando hasta su Alfa en sentarse a ahorcadas sobre su regazo.- Te vez tan sexy recién duchado Omega y más cuando usas mis camisas.- Llevó sus manos hacia la cintura y acercarlo un poco más.
-No digas eso Alfa, sabes cómo pongo cuando me dices esas cosas...
-Pero es la verdad Omega, cada día te vez tan sensual y atrayente para mí.- Acercó su nariz en la glándula del omega y sentir su aroma tan delicioso.
-Oh, Alfa.. gracias por el lindo detalle que dejaste hoy en la mañana, no te hubieras molestado en comprar un ramo de rosas tan grande, no gastes tu dinero en mí.
-Ese es el detalle Omega, yo puedo comprar lo quiera para tí, no me importa gastar mi dinero...lo que es mío es tuyo Félix, por eso te saqué de ese club para que vivieras aquí conmigo y darte lo necesario.
-Alfa, pero no es necesario...no soy un omega cualquiera que se aprovecha de una Alfa como tú Hyunjin.
-Y eso me encanta de tí Félix.- Sin darse cuenta llevó sus manos debajo de la camisa ajena que empezaba acariciar su piel tan sensible.
-Lo único que te pido Alfa, es que me des muchos besos y pasar contigo eso es lo más preciado que te tengo, no me interesa tu dinero.- El pelinegro solo sonríe al saber que su omega no tenía ningún interés en el dinero.
-Eres tan mío Omega, no voy a permitir que otro idiota te toque como lo hago contigo.- Dijo cambiando de posición poniendo al menor debajo de él, apartó los cabellos mojados de la frente hacia un lado.- Me encanta tanto Omega..
Hwang sin perder el tiempo besó al omega con hambre sintiendo la necesidad de tomarlo nuevamente para saber que es el único que puede poseer de ese cuerpo pequeño del Omega, que nadie lo hace mejor que el Alfa, solo él puede ver su cuerpo y dejarle cuántas marcas para saber que tiene dueño.
-A-Alfa...
-¿Dime lo que quieres omega?
Félix solo sonríe poniendo sus manos alrededor del cuello de su Alfa, besó al mayor al saber que la respuesta.
-A ti Daddy, lo que quiero es a ti Alfa...
-Lo que ordena mi hermoso Omega.
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