19: Elaborar un buen plan

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**Kendra Denisse**

—¿¡Kendra Denisse Russo, quién es ese muchacho que te trajo!?— Mi mamá aparece con toda su majestuosidad, como si no hubiera pisado bien en casa aún.

—Mi Denis, sé que nunca cuestionamos nada, pero ¿quién es ese chico?— Mi papá, a quien solía considerar indiferente, está ahora muy involucrado, y mi hermano menor, siempre entrometido, decide aportar su opinión.

—Ese es su novio, y de los de verdad. Vino el otro día a casa y hicieron galletas, pero no se preocupen, ya el super Kaiden resolvió todo.— Un niño de 7 años está cuidando de mi novio de 17 años, que además parece algo intimidado.

—A ver, puedo explicarlo, pero primero voy a hacer un truco de magia.— Y con ese truco, me desaparezco corriendo, como si mi vida dependiera de ello.

Al llegar al cuarto, cierro la puerta y agradezco que no vuelvan a molestarme con preguntas. No me llevo muy bien con Kaiden debido a lo chismoso que puede ser.

Hoy es miércoles y necesito organizarme para el partido de mañana. Debo admitir que me siento algo decepcionada porque Drystan no podrá asistir, aunque espero que pueda cambiar de opinión.

Me preocupa un malestar estomacal cuando estoy cerca de Drystan; tal vez sea gastritis. Aún no entiendo por qué deseo tanto sus labios y sus caricias, llenas de timidez y desconfianza. Solo me he besado con dos chicos antes: mi exnovio y ahora con Drystan. Juro que el beso con Drystan se sintió como la primera vez y como si fuera el único que ha robado mi corazón, aunque la realidad es que no amo a Drystan, y jamás me gustará. Él es solo un amigo.

Dejo de lado mis pensamientos mientras recibo una llamada de Yara.

—Tengo un problema, me gusta Dylan.— dice sin rodeos, sin filtros. Así es Yara. —No sé qué hacer, él es tan lindo y yo soy tan idiota. Mi psicóloga me dijo que se trata de mi "apego desorganizado"; básicamente, un día lo amo y al siguiente quiero alejarme. Pero ya basta de explicaciones. El caso es que estoy entrando en un estado psicótico. Hoy lo amo y quiero besarlo y abrazarlo, pero mis acciones y malos tratos lo alejan. No sé qué hacer.— Aún no entiendo mucho, y ella continúa: —Lo conozco desde hace años y me gustaba, pero después de todo lo que pasó, me perdí y él también se alejó. Nunca volvimos a hablar hasta que tú y Drystan empezaron a salir, y mis sentimientos siguen intactos. Es un amor-odio que no logro explicar.

—Ay, Yarita, estás completamente perdida. Creo que tu psiquiatra y tu psicóloga se tirarían desde el séptimo piso si supieran todo esto. Pero a ver, hagamos algo. Debes entender que la situación es complicada y reconocer que sientes sentimientos muy fuertes por él. Aunque a veces te irrite, te gusta. Yo te recomendaría que hablaras con él.

Ella no responde y cuelga. Si hubiera sido otra amiga, estaría molesta por esta reacción, pero es su forma de lidiar con las cosas. Cuando sabe que tiene razón, actúa así. Le daré dos horas para que me llame de nuevo.

Aún me asombra cómo ha cambiado mi vida en cuestión de semanas. Es raro, porque mi vida solía ser bastante aburrida. No está mal un cambio de vez en cuando, pero esta situación es un poco abrumadora. No quiero que Nathan y Amy sigan haciéndome la vida imposible.

Así que necesito un plan para que mi vida no sea tan miserable. No me importa lo que digan sobre mi página web; mi mayor miedo es lo que ocurrió aquel día y el desenlace de esa noche. Aún no sé si él es capaz de hacer eso, pero ahora mismo no sé quién es quién en mi vida.

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Estoy en la entrada de la casa de Drystan, que es muy bonita, amplia y acogedora. Papá me recibió; es un hombre alto y atlético, y se parece mucho a su hijo. Sus ojos, de un azul y verde hermoso, son un contraste impresionante. No me hace muchas preguntas, me deja pasar y me indica cómo llegar al cuarto de Drystan.

La puerta está abierta y Drystan duerme plácidamente. Me acerco cuidadosamente y observo lo guapo que es, con su cabello negro, sus pecas y sus labios rosados. No quiero distraerme, así que decido despertarlo de una manera poco convencional: tomo una sombrilla y empiezo a golpearlo suavemente con ella.

—¡¿Qué pasó, ya estoy despierto!?— grita, exasperado. Al verme, se relaja un poco, aunque su expresión sigue siendo tensa.

—Hola, vine porque te necesito.— Le sonrío ampliamente y sin más, tomo la silla giratoria que ya reconozco de las videollamadas.

—Oye, ¿no podrías haberme despertado con un poco más de cariño y sensibilidad, en lugar de hacerlo como si hubiera roto tu maquillaje favorito o te hubiera robado tu bolso?— Lo observo con desconcierto. A pesar de todo, él no se altera ni me trata mal. Este chico tiene una paciencia admirable.

—Necesito tu ayuda para crear un plan para que Nathan no revele mis secretos.

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メ𝟶 𝐒𝐭✰𝐫𝐠𝐢𝐫𝐥

Amor fingido (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora