24: Volver a verte

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**°~Kendra Denisse~°**

Todo esto es un maldito desastre, y solo faltan semanas para la graduación. Drystan se destruyó los nudillos, Nathan está en el hospital, y Yara fue expulsada por golpear a Amy después de que publicara aquello sobre ella. Esta institución es una mierda.

Estoy en mi auto, camino al partido de Drystan. Al igual que yo, él adora los deportes, especialmente el baloncesto. A pesar de todo, no puede faltar a este partido; es el más importante y podría definir su carrera profesional. Al bajar del auto, siento un abrazo desde atrás, y con solo percibir su aroma, sé que es Drystan.

—Gracias por venir, mi pastelito —me susurra, sonrojándome mientras me da un tierno beso en la nariz. Aún no hemos hablado de lo que pasó con Nathan, y no quiero hacerlo hasta la próxima semana, cuando tendremos dos semanas de vacaciones antes de la graduación. Estoy emocionada, pero también triste, porque ese día será nuestro tercer mes de relación falsa.

—No es nada —respondo—, es parte del plan de la relación falsa. —Su sonrisa se desvanece, y simplemente asiente mientras me toma de la mano para llevarme a mi asiento.

La cancha está repleta. Es el mismo equipo del colegio contra el que yo competía, pero en otro deporte. 'Los Leones de Canasta', representando al equipo rival, visten sus colores verde y negro. Se enfrentan a 'Los Tigres Azules', nuestro equipo, con sus característicos azul oscuro y negro.

Drystan lleva el número 28 en la espalda. Aún recuerdo el día 28 en que decidí involucrarlo en esta farsa. Es irónico que la graduación sea el 28 de febrero, su cumpleaños... y probablemente nuestro fin. Mis pensamientos son interrumpidos por la intensidad del partido.

El ambiente en el gimnasio es electrizante. Las gradas están llenas, y los tambores y los gritos de los aficionados resuenan por todo el lugar. Desde el primer momento, supe que este no sería un partido cualquiera; la tensión es palpable. Drystan gana el salto inicial, como era de esperar, y con su altura y agilidad, controla el balón, iniciando una jugada que termina en una bandeja perfecta. 2-0 a nuestro favor.

Los Leones responden rápidamente; su capitán encesta un triple que deja a todos sin aliento. Pero Drystan no se deja intimidar. Con la rapidez de un felino, recorre la cancha buscando la oportunidad perfecta para atacar.

En el segundo cuarto, Drystan toma el control absoluto del juego. Su habilidad con el balón es impresionante. Con una serie de fintas y dribles, deja atrás a su defensor y, con un salto increíble, clava la pelota en el aro. La multitud estalla en vítores, y no puedo evitar sentirme orgullosa al verlo brillar.

Pero los Leones no se rinden. Logran reducir nuestra ventaja a solo tres puntos. Drystan, siempre calmado bajo presión, asume el liderazgo. Con precisión dirige el ataque, asegurándose de que cada posesión cuente. La ventaja de los Tigres se va ampliando poco a poco.

El último cuarto llega con la tensión al máximo. A falta de un minuto, ganamos por solo un punto. El entrenador de los Leones pide un tiempo muerto, y todo el gimnasio contiene la respiración. Cuando el juego se reanuda, Drystan está en la línea de tiros libres. Necesita encestar al menos uno para asegurar la victoria. Con una mirada fija y una respiración profunda, lanza. El primero entra limpiamente, seguido por el segundo. La multitud explota en júbilo; la victoria está casi asegurada.

En los últimos segundos, los Leones intentan un último ataque, pero la defensa de los Tigres se mantiene firme. Drystan roba el balón y con un pase largo, su compañero sella el partido con una clavada espectacular. El sonido de la bocina finaliza el juego: Tigres Azules 76, Leones 72. Drystan, nuestro héroe indiscutible, es levantado en hombros por sus compañeros mientras yo sonrío desde las gradas. No solo fue un partido increíble, sino una victoria que quedará grabada en nuestras memorias.

Drystan corre hacia mí, y me besa delante de más de 200 personas. A ninguno de los dos nos importa. Dios, cuánto amo que me bese.

—Cada victoria es para ti, porque eres mi pastelito y la mejor novia del mundo.

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Drystan tiene que cambiarse, y me quedo en las gradas, que parecen vacías... hasta que veo un grupo a lo lejos que me observa. Pensé que eran amigos de Drystan, hasta que lo vi. Aquel chico que se había convertido en mi pesadilla. Aquel que arruinó todo lo que alguna vez fui. Y el muy descarado me sonrió.

Todo parecía normal hasta que lo vi. Entre la multitud, su rostro apareció como un fantasma del pasado que creía enterrado. Mi respiración se aceleró. Sentí un nudo en el estómago, y mis manos comenzaron a temblar. Él, la persona que una vez destruyó mi mundo, estaba aquí. Intenté mantener la compostura, pero los recuerdos volvieron como una tormenta, aplastándome. El sonido a mi alrededor se desvaneció, y me sentí atrapada, sin aire. Busqué una salida, cualquier cosa que me alejara de ese lugar, de él. Pero el pánico ya había tomado el control; todo se volvió borroso, y solo quería desaparecer.

Y lo hice. Me fui sin mirar atrás.

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Espero les haya gustado. Gracias por leer.

メ𝟶 𝐒𝐭✰𝐫𝐠𝐢𝐫𝐥

Amor fingido (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora