23: Ave Fénix

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**Kendra Denisse**

*Esta capítulo dentro temas delicados*

Qué vida de mierda. Si a veces crees que la vida te pone pruebas difíciles, no te preocupes, siempre puede empeorar. Yara no ha parado de llorar, y yo tampoco. Conozco su sufrimiento en cierta medida, y no estamos hablando de algo sencillo, como una anécdota o un chisme.

—¿Por qué a mí, Kendra? ¿Por qué esto me sigue atormentando? —solloza en mis brazos, cada vez más fuerte—. Aún no puedo creer que sea real. Los odio, de verdad los odio. Ese infeliz... son unos insensibles de mierda. Nunca debí confiarles mi historia, ni a Nathan ni a Amy.

No conozco toda su historia, pero estoy al tanto de lo suficiente para saber lo horrible que es. Es asqueroso y perturbador que algo tan serio se haya convertido en motivo de chisme y burla. Y no solo lo digo por Amy, sino también por Nathan, que es un imbécil de primera categoría.

—No te preocupes, Yara. Todo va a salir bien. Mis padres ya hablaron con la directora para que se tomen acciones contra Amy y Drystan —trato de reconfortarla, aunque sé que es inútil. La entiendo; en su lugar, yo tampoco encontraría consuelo.

—No es solo por la maldita cuenta, Kendra. Estoy rota, me siento podrida, asqueada de mí misma desde hace años. Y cuando pensé que, al fin, podría ser feliz, todo se va al carajo. Sí, ese idiota está en la cárcel, pero ¿y yo? Estoy harta de que la gente crea que todo está bien. Ni tú misma conoces mi historia completa. Nadie la sabe. Solo saben que soy "la chica a la que el gran abogado de bienes raíces violó varias veces", y que él está preso desde hace tres años y medio. Pero nadie se preocupa por mí. Solo me juzgan, como si todo fuera mi culpa.

Me dolió tanto escuchar sus palabras. Sabía que había algo más detrás de su dolor, pero no quería presionarla para que me contara. No sentía que fuera lo correcto. Ella tomó aire profundamente y, entonces, decidió contarme todo.

—Tenía apenas 14 años cuando empezó mi desarrollo, y sin saberlo, también mi pesadilla. Mis padres se divorciaron, pero seguían viviendo juntos, como amigos, para que la gente no supiera que su "perfecta relación" había terminado. —Tomó aire para seguir hablando, y me dolió ver sus ojos hinchados, llenos de dolor—. Empezaron a relacionarse con este hombre y lo dejaron entrar en nuestra casa, en mi vida. Para mí, era como un tío, y así nos tratábamos. Hasta que, un día, mis padres se fueron de viaje de negocios y él se quedó a cuidarme, como de costumbre. Esa noche, el 13 de enero, me tocó... me manchó... me hizo odiarme, a mí misma y a él. Me amenazó y, en algunas ocasiones, me quemó el cuerpo.

No pude evitar llorar por ella, por su dolor, y también por el mío. No podía creer lo asqueroso que había sido ese hombre.

—Lo hizo varias veces más. Me destruyó. Por fuera, por dentro, en cada parte de mi alma. Y aún lo estoy. Me siento sucia, asquerosa, y esa marca me acompañará siempre, para toda la vida.

La abracé mientras sus lágrimas y sollozos se volvían cada vez más intensos. Su madre no estaba y su padre se había mudado a Italia.

—No, no y no, Yara. No estás sucia, al contrario. Eres la mejor chica que conozco, la persona quien confío mi alma y mi vida  entera. Solo dime a quien debo destrozar y lo haré, pero por favor, prométeme que no volverás a pensar así de ti. Eso ya pasó, y no quiero sonar insensible, pero es la realidad. Tú vales más que todas las joyas del mundo. Eres amor, eres paz, y tú y yo saldremos de esto juntas, como siempre. Eres mi hermana, mi todo, mi otra mitad, y no sabes lo doloros que es para mi saber que alguien tan maravillosa haya pasado por algo tan horrible.

Yara no dijo nada. Lentamente, comenzó a desvestirse, revelando su cuerpo ante mí. Mi alma se desmoronó al ver las cicatrices: quemaduras y cortes de autolesiones cubrían sus piernas y sus brazos. Ya conocía las cicatrices de sus brazos, pero las del resto eran nuevas y mucho más profundas.

—Esto es lo que soy, Kendra. Nadie querrá a alguien tan defectuosa y dañada como yo. Mi mundo está en ruinas, y asi será siempre.—Me sonrío, pero esta evidente que esta desastrosa por dentro.

—No será asi siempre, Yara. Yo también pasé por algo similar, y lo sabes. Tú y yo somos como aves fénix, una reinas.
Nos levantemos de nuestras cenizas. Y siempre lo haremos. Te lo prometo. —Nos abrazamos y lloramos durante lo que sentí como horas hasta que mi celular sonó, interrumpiendo el momento.

—¿Kendra?—Era Nora al otro lado de la línea—.Acabo de ver a Drystan golpear a Nathan por lo que le hizo a Yara. Él mismo lo confesó. Le rompió la muñeca, algunos dedos, y se fracturó el tobillo.
Se fueron antes se que llegara la policía, y Drystan parece que no estar herido, pero sus nudillos están llenos de sangre, la suya y la de Nathan. Amy no hizo nada para separarlos, y cuando Nathan se enfureció, también la golpeó. La policía ya lo arrestó.

Yara y nos miramos sin decir una palabra, pero ambas sabíamos lo que teníamos que hacer. Salimos corriendo, tratando de llamar a Drystan, pero no respondió. Finalmente, llamé a su padre, que ya estaba al tanto de la situación y salió a buscarlo.

Nunca me imaginé que Drystan haría algo así, pero una parte de mi está feliz. Mi amigo es el mejor del mundo.

¿A quién intentó engañar? Estoy enamoraidisma de Drystan, desde antes de hablar con él, desde que lo conocí en segundo grado. Ahora me demuestra que no me he equivocado. Sé que la violencia no es la solución, pero algunos como Nathan se merecen una lección.

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Gracias por leer ♡

メ𝟶 𝐒𝐭✰𝐫𝐠𝐢𝐫𝐥

Amor fingido (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora