Amor fingido (Completa)

20: Completamente perdido

°~Drystan Warren~°

Estaba durmiendo cuando Kendra llegó a mi casa para que la ayudara a armar un plan para destruir a Nathan. Nunca había conocido a alguien tan desagradable y horrible como ese chico.

-¿Puedo hacerte una pregunta? -dijo ella, observándome con sus hermosos ojos marrones-. ¿Cómo entraste? Estoy solo en casa. Y mejor aún, ¿cómo encontraste mi habitación?

-De hecho, no estás solo. Un señor que supongo es tu papá me abrió la puerta y me dirigió a tu cuarto -le respondí mientras ella se concentraba en revisar mi habitación y unas cuantas fotos mías de pequeño.

No dije nada. Me resultaba raro que no supiera que mi papá había regresado temprano; es miércoles y son las cuatro de la tarde, lo cual no es muy común.

-Bueno, estuve pensando y creo que lo mejor sería terminar el día de la graduación, ya que faltan dos meses para que eso ocurra. También debo encontrar una manera de que dejen de decir cosas horribles sobre nosotros en la página de Amy -dijo ella, con una determinación que no pude ignorar.

-De acuerdo, pero ¿cómo lo lograremos? -pregunté, notando que no tenía idea clara sobre el plan.

-Hablaré con ella, ese es el Plan A. Si ella no está de acuerdo, tendré que recurrir a un Plan B. -No quería ni imaginar el terrible plan B, y mucho menos las consecuencias que podría traer.

Nos quedamos hablando de muchos temas hasta que me empezó a preocupar por qué estaba tan asustada. Nathan podría revelar cosas que la atormentan, y yo también tengo un pasado que me atormenta y espero que nunca Kendra descubra, porque no sé cómo reaccionaría. No pregunté, pero ella parecía leer mi mente. No quería que se sintiera incómoda, así que tomé mi laptop y puse *Barbie Escuela de Princesas*. Ella me agradeció con una sonrisa.

°~♡♡♡♡~°

El tiempo pasó rápido, y escuché a mi padre tocar la puerta. Le dije que podía pasar.

-Chicos, acabo de terminar la cena y, no es por alardear, pero está deliciosa -dijo mi padre. Le dije que ya íbamos y salió apresurado. Kendra estaba un poco nerviosa y no entendía por qué.

Sin decir una palabra, bajamos al primer piso para cenar con mi papá. Al principio fue incómodo, pero después los tres entablamos una conversación agradable. No esperaba que Kendra se presentara como "mi novia", pero lo hizo. Mi padre se mostró dubitativo al principio, pero al final pudieron congeniar y la velada fue bastante amena.

Después de la cena, ella quiso dar un paseo por el vecindario. Hacía mucho frío, pero eso no impedía que el momento fuera relajante y feliz para nosotros.

-Sabes, ya casi se cumple un mes de nuestra relación falsa, y estoy feliz porque no solo encontré a un buen chico, sino también a un mejor amigo. Eres muy especial, y eso que solo tenemos un mes de conocernos realmente -dijo ella. Le sonreí, aunque me dolió un poco. Me duele que solo sea un novio falso o un mejor amigo para ella.

Ella me dio un fuerte abrazo y su hermoso olor a lavanda inundó el aire, contrastando agradablemente con mi propio olor.

Después de casi separarnos, hicimos contacto visual. Sus ojos se fijaron en mi cara, en mi nariz, y allí quedó.

-Llevamos un mes conociéndonos y nunca me había fijado en esto -dijo, señalando mis pecas-. Dryss, tus pecas son hermosas.

-Gracias, pero no hay nada más hermoso que tú -respondí. La tensión entre nosotros era palpable y, en un momento inesperado, nuestros labios se unieron.

Nuestro beso fue suave, lleno de ternura y emoción, como esos primeros besos que mueven el alma y el corazón. Ella me tomó de la cintura y rodeó mi cuello con sus manos, sintiendo su mano en mi nuca y jugando con mi cabello.

Al separarnos, unimos nuestras frentes y sonreímos, pero esa felicidad no duró mucho. El móvil de Kendra vibró y vi que era su madre.

-¿Hola? ¿Mami, pasó algo? -Su expresión mostró frustración y un dejo de miedo.

-¿Pasa algo? -pregunté, pero ella ya había colgado y nos miramos en silencio durante unos segundos.

-Drystan, por favor, llévame a casa -me pidió.

°~♡♡♡~°

Al llegar a su casa, ella salió del auto sin decir palabra y las lágrimas brotaron de sus ojos sin parar. No me dejó decir nada, y se dirigió corriendo a su casa sin despedirse de mí.

No entendía qué le pasaba y no quería irme así. Salí del auto y toqué el timbre. Sus padres me abrieron la puerta.

Antes de que pudiera preguntar algo, ellos hablaron:

-Mira, muchacho, ahora no es el momento. Kendra no se siente bien y debes irte. Ya mañana podrán hablar -dijo su padre, visiblemente molesto.

No entendía nada, estaba completamente perdido.

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ﾒ𝟶 𝐒𝐭✰𝐫𝐠𝐢𝐫𝐥