Charlotte Morningstar, la futura gobernante del Infierno, se une a algunos de sus amigos en un intento desesperado por detener el Exterminio que azota su reino periódicamente. El Hotel, creado para redimir a los pecadores, podría ser su última esper...
Alastor se hallaba de pie frente al trono, con su característica sonrisa y con su bastón por delante, apoyándose levemente en él. Estaba lleno de seguridad, a punto de hablar con el Soberano del Infierno.
-Su Majestad, agradezco que me brinde su valioso tiempo. Luego de solicitárselo repetidas veces por algunos días, al fin me hice merecedor de estar en presencia del ocupado Soberano.
Lucifer desde su trono, observaba a aquel demonio que era capaz de desatar su furia, aquel que repetidas veces representó ser una gran amenaza para él y su reino. Ahora, ese negociador se había presentado frente a él con claras intenciones de exigir algo. Él no era tan bueno como Alastor para ocultar sus expresiones o emociones, en su rostro estaba dibujado su desprecio hacia el demonio ciervo.
-Ve al grano Demonio de la Radio...
(Tintineó sus garras sobre el micrófono de su bastón) -Ya que es su alteza quien lo solicita, seré directo. Su amada hija sufrió de un atentado, gracias a mi intervención, no fue asesinada.
Lucifer se sobresaltó de golpe y abrió su boca, pero antes de que pudiera decir palabra, Alastor lo interrumpió para continuar.
-Deje a mi sirvienta a sus cuidados, y con protección a su alrededor, mientras se recupera. (Él no pensaba informarle que ella aún no despertaba) He capturado a uno de los implicados (Estiró su sonrisa) y me di a la tediosa labor de hacer el trabajo de su majestad. Encontré la enorme organización de demonios que piensan dar fin tanto a su vida como la de su hija, poseo toda la información necesaria. Sus próximos movimientos, objetivos, implicados, entre otros. Sé que hace tiempo lo han tenido en la mira su majestad.
(Lucifer apretó sus dientes) – Como te he dicho, ve al grano. ¿Entonces que es lo que deseas...Negociador?
-Ah Ah Ah...Sería algo insignificante en valor, así que no debe estar tan a la defensiva. La balanza estará a su favor, pues eliminaré a esos indeseados...no quedará ni uno de ellos y dejaré un claro mensaje para que nadie vuelva a atentar contra su familia, a cambio, me convertirá en un Demonio Real.
(Lucifer enterró sus garras en su asiento y se puso de pie) - ¿POR QUÉ CREES QUE TE DARÍA MÁS PODER? Sería muy idiota si hiciera eso... ¿Para luego ser tú el que intente atacarnos? Lárgate...
-Majestad, estoy hablando sin falsas máscaras, así que seré claro. Usted y yo sabemos que si mi intención fuera tomar su trono mediante la sangre...ya lo habría hecho. No podría evitar una rebelión total...si fuera guiada por mí, todos los Overlords se revelarán al mismo tiempo, los cuales controló en su gran mayoría. Pesé a su poder, podría intentar eliminarme y acabar con la amenaza que represento para usted...pero en vista de los muchos años que llevamos en buenos términos no sería una buena estrategia, gracias a mí al mismo tiempo, los Overlords han estado a raya e incluso aún les sirven pese a sus últimos años de descuido y decadencia. En resumidas palabras, estamos en una clase de guerra fría, su Majestad. Tal vez la historia sería diferente, si no hubiera entregado su cetro a...
- ¡NO TE ATREVAS A NOMBRARLA!
-...La Reina Lilith.
Lucifer extendió sus blancas alas y se posicionó de inmediato frente a él, su rostro estaba fruncido y sus ojos eran completamente rojos, cargados de ira.
- ¡PUEDO MATARTE AHORA MISMO, AQUÍ MISMO! Recuerda que soy tu rey...
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