34- Fuera de mis planes

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[Horas antes]

§ Narra: Charlie.

Estaba sumergida en la tina, el agua caliente envolviendo mi cuerpo como un abrazo reconfortante. Mis pensamientos vagaban, reflexionando sobre las palabras de Angel. No era una tarea sencilla, pero en ese momento, con un poco de paz y calma en mi mente, intentaba recapacitar en todo lo sucedido.

¿Debía seguir mi propio lema? Esa pregunta resonaba en mi mente, creando una balanza imaginaria. De un lado, intentaba pensar en lo bueno, en las intenciones nobles y los momentos de ayuda. Del otro, pesaban las acciones, las decisiones cuestionables y los caminos oscuros que había tomado Alastor. Era difícil, muchas cosas pesaban demasiado.

Como le había mencionado, algunas de sus acciones tenían una lógica retorcida, pero lógica al fin. Sin embargo, eso no las hacía menos complicadas de aceptar. Mi corazón y mi mente estaban en una batalla constante, tratando de encontrar un equilibrio, una manera de reconciliar lo irreconciliable.

Me levanté de la tina, sintiendo el agua deslizarse por mi piel como un último vestigio de calma. Salí y me envolví con una toalla, mientras tomaba mi ropa con mis pensamientos en turbulencia, pero había hecho una pequeña pausa para intentar escuchar también a mi corazón.

Observé mi anillo con cariño por unos instantes, los recuerdos de tiempos más felices reflejándose en su brillo. Suspiré profundamente, sintiendo una mezcla de amor y frustración.

-Aún amo a ese egocéntrico, narcisista y sádico (Dije con desprecio y un rubor que traicionaba mis verdaderos sentimientos).

Oí mi propia descripción de Al y no pude evitar una amarga sonrisa. Tal vez no soy buena para elegir a los hombres. Comencé a vestirme, cerrando las ideas en mi mente como si fueran puertas que necesitaban ser selladas.

Debería intentarlo, deberíamos mejorar nuestra conversación. Hablar adecuadamente, que deje de ocultarme cosas y sea más sincero. También, me gustaría pensar que ya no tiene más secretos.

Suspiré, terminando de vestirme, y mis ojos se dirigieron a las cortinas que dividían la habitación.

-La cabaña... (Susurré, recordando aquel lugar con intriga y temor).

Aquella vez me había extrañado la manera en la que me llevó de allí, como si ocultara algo más. ¿Podría encontrar más secretos? La posibilidad me inquietaba profundamente.

Podría terminar de arruinarlo todo, pero no me gustaría seguir viviendo en la ignorancia. La incertidumbre era un peso constante en mi corazón. Esperaba que esto no fuera como aquel lema: "La curiosidad mató al gato".

En este momento, Alastor estaba ocupado en su oficina y Angel, creía que estaba durmiendo. Era ideal para investigar, para terminar de cerrar mi decisión. Mi corazón latía con fuerza, mientras la adrenalina y el temor recorrían mi cuerpo.

Me dirigí rápidamente allí. Cada paso que daba me acercaba más a la curiosidad que se me había despertado, pero también a la posibilidad de desenterrar algo que podría cambiarlo todo. La curiosidad era un arma de doble filo.

Llegué a la cabaña que Alastor tenía en su bosque, tomé aire llenando mis pulmones mientras me acercaba. La estructura de madera se alzaba solitaria entre los árboles, envuelta en un aura de misterio. Entré con cautela, inspeccionando el interior. Aunque no había demasiado para ver, cada rincón parecía guardar un secreto.

Dear Insanity (Charlastor-Hazbin Hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora