Dear Insanity (Charlastor-Hazbin Hotel)

11-No podrías saberlo

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§ Narra: Charlie.

Después de mi conversación con Husk y de lograr persuadirlo para que me contara todo lo que había sucedido con Angel, me dirigí directamente al estudio pornográfico de Valentino. Aunque quizás no estaba pensando con claridad, ver a Angel en ese estado realmente me afectó. Mi determinación era convencer a Valentino de liberarlo, sin importar los riesgos.

Una vez que llegué al lugar, me sentía increíblemente incómoda. El ambiente estaba repleto de demonios desvistiéndose, algunos bañándose en aceite y otros usando toda clase de juguetes sexuales. Era demasiado para mis ojos. No podía hablar con ninguno de ellos; cada vez que alguien se acercaba para preguntar por Valentino, se me insinuaba sexualmente y parecía que no podían hablar de otra cosa. Pero lo que más me inquietaba era que todos tenían sus ojos perdidos, como si estuvieran en un trance, drogados o bajo alguna especie de hipnosis. Baboseaban una extraña sustancia rosa y sus ojos tenían el mismo tono. Sin embargo, vi a un grupo de camarógrafos que parecían estar hablando normalmente. Me acerqué a ellos para preguntarles y, afortunadamente, fueron de ayuda. Siguiendo sus indicaciones, llegué al lugar donde Valentino estaba sentado junto a otro demonio, ambos revisando libretos de películas mientras fumaban. 

(Me acerqué a él y le dije) -Hola, Señor Valentino (Saludé con inseguridad).

(Se levantó rápidamente y se acercó a mí) - ¡WOW! Al fin llego algo de calidad, Señores. Hacía tiempo no veía algo fresco y bueno. (Dijo mientras volvía a fumar) ¿Tu nombre, rubiecita adorable?

(Con un poco de nerviosismo, respondí) -So-soy Charlotte y necesito hablar con usted.

-Pues con él habla (Valentino me tomó del brazo, apartó mi manga y pasó su lengua por todo mi brazo) ...hugh deliciosa (murmuró. Su sonrisa era desagradable mientras continuaba). Entonces, ¿Quieres trabajar aquí? Estás más que aceptada. Tengo un par de pitos que no dudarán en probarte. Obvio, no me quedaré afuera (Mencionó emocionado).

(Mis nervios se dispararon) -He~, no, no, no, no (Balbuceé). Yo solo vine a hablar de Angel. Él está viviendo en mi hotel, y hoy llegó en muy mal estado por su culpa, Señor Valentino

(Valentino torno su rostro serio y me espetó) "¿TÚ eres la putita con la que Angel fue a vivir? AH, AH, AH. Ay, rubiecita, no fue buena idea venir aquí.

-Vine a hablar co-.

Antes de que pudiera terminar mi respuesta, Valentino inhaló de su puro y soltó el humo en mi rostro. Era de color rosa, y en ese momento, todo se volvió borroso. Me empecé a desvanecer hasta perder la conciencia.

§ Narrador.

Charlie despertó sobre una gran cama, encontrándose en una habitación con espejos en el techo. La luz se filtraba a través de las cortinas de terciopelo rojo, creando un ambiente sensual y misterioso. El suave roce de la lencería roja contra su piel lechosa la hizo estremecer. Las dos robots vestidas de sirvientas, con sus ojos brillantes y mecánicos, la ayudaron a cambiar de ropa. Cada movimiento era preciso y calculado, como si estuvieran siguiendo un protocolo. Terminaron de arreglarle un moño en el cuello, y la bata transparente que llevaba puesta parecía flotar alrededor de ella.

Charlie no estaba completamente consciente; su mente aún estaba nublada. Intentó recordar cómo había llegado allí, pero solo pudo recordar fragmentos: la conversación con Valentino, el humo rosa, la sensación de desvanecimiento. Su cabeza pesaba como si estuviera llena de algodón.