Dear Insanity (Charlastor-Hazbin Hotel)

38- Lo admito

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§ Narra: Angel.

El hall del hotel estaba tranquilo, solo un ligero murmullo de conversaciones aquí y allá, y el suave sonido de vasos tintineando. Me hallaba cómodamente recostado en el sofá, disfrutando de una bebida.

Husky, detrás del mostrador, limpiando vasos con su habitual cara de desinterés. Niffty, por su parte, se movía por el área con su energía inagotable, organizando estantes y asegurándose de que el lugar estuviera en perfecto estado.

Vaggie me acompañaba, sentada junto a mí, mirando de reojo el televisor mientras nos sumergíamos en la ligera distracción. Era una forma de relajarnos un poco antes de enfrentar la siguiente tarea del día. Ahora, nuestra mayor responsabilidad era llevar el control del hotel, asegurándonos de que todo funcionara sin problemas. Sabíamos que eventualmente tendríamos que presentar un informe detallado a Alastor sobre el funcionamiento y cualquier incidente que hubiéramos tenido, pero por el momento, eso solo era parte de la rutina.

De repente, la pantalla del televisor cambió a una transmisión de noticias urgente. El rostro de la presentadora reflejaba sorpresa y seriedad, captando de inmediato nuestra atención.

-Última hora: Se ha confirmado que el Demonio de la Radio ha derrocado a Lucifer Morningstar y se ha proclamado como el nuevo Soberano del Infierno.

Dejé caer mi copa, incrédulo.

- ¿Qué carajos...? (Exclamé, sin poder creer lo que escuchaba).

Husk, se detuvo abruptamente y dejó caer el trapo que tenía en la mano. Se apresuro, acercándose al televisor y su mirada quedo fija en la pantalla.

-Bueno, sabía que algo se traía entre manos (Murmuró, sus orejas se movieron ligeramente hacia atrás).

Niffty, se giró rápidamente hacia el televisor con una expresión de asombro.

- ¡Vaya, esto es increíble! (Dijo con emoción, con su ojo brillando con sorpresa) ¡Ahora es el chico malo supremo!

Vaggie, que estaba más cerca del televisor, se acercó un paso, apretando los labios con preocupación.

-Esto no puede ser bueno (Murmuró, y de inmediato me miró con un brillo de alarma en sus ojos. A ambos se nos vino a la mente una sola persona... Charlie).

El salón se llenó de murmullos y susurros mientras discutíamos las implicaciones de la noticia. La transmisión continuó, detallando los eventos que llevaron a la caída de Lucifer y el ascenso de Alastor.

-Si Alastor ha tomado el control, no hay forma de que eso termine bien para Charlie (Dije, mi voz grave, intentando contener la preocupación que se aferraba a mi pecho).

Observé a todos con pánico, mi ansiedad era evidente.

-Chicos, encárguense del Hotel. Debo ver a Char (Dije con determinación).

La urgencia de la situación me llevó a actuar con rapidez. Tomé mi celular y salí apresuradamente del hotel, con el sonido de las conversaciones y el murmullo del bar desvaneciéndose detrás de mí. Sentía la mirada de Vaggie clavada en mi nuca, sabía que deseaba acompañarme, pero no podíamos dejar el hotel descuidado. Lo único que venía a mi mente era Char.

Las calles del Infierno estaban impregnadas de un aire tenso y electrificado. Los murmullos sobre el derrocamiento de Lucifer resonaban en cada rincón, y las miradas de los demonios variaban entre el temor y la fascinación.