Dear Insanity (Charlastor-Hazbin Hotel)

10-¿Sentimental?

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§ Narrador.

Al día siguiente, como era su costumbre, Charlie se levantó temprano y salió de su habitación para dirigirse a la cocina. Al llegar al pasillo, se topó con un exhausto Alastor, había dejado caer su cabeza en el respaldo del sofá. A pesar de su orgullo y su fachada de autosuficiencia, parecía agotado. Sus ojos cerrados y la forma en que se había despojado de su saco y corbata de moño indicaban que necesitaba descansar.

Charlie estuvo a punto de ignorarlo y seguir su camino, pero su naturaleza compasiva no se lo permitió. Temía que algo le hubiera sucedido a Alastor y se acercó sin pensarlo demasiado.

- ¿Al, te sientes mal? (Preguntó, visiblemente preocupada).

(Alastor movió sus orejas y sonrió con suficiencia) -ah, ah, ah. No, dulzura. Sé cuidarme solo. (Agregó con orgullo) Soy un Overlord, después de todo. Simplemente acabo de llegar y quería descansar un momento.

(Charlie observó a Alastor con preocupación) - ¿No has dormido aún? Eso no está bien (Preguntó con su voz suave y compasiva). No te preocupes por el día de hoy. Me haré cargo en todo lo que pueda (Sonrió, emanando calidez) Incluso llevaré tu comida a la habitación. Solo descansa, Al.

(Alastor abrió los ojos y la miró. Por un momento, su expresión se suavizó, y Charlie pudo ver más allá de la fachada del demonio). -Ha, ha, ha. No soy un niño, solo tú me tratarías de esta manera. (Pasó su mano por su cabello, despeinándolo aún más).

(Charlie infló sus mejillas, fingiendo indignación) -Últimamente pareces uno.

(Alastor se levantó con gracia, como si no le afectara el cansancio) - ¿Estabas dirigiéndote a la cocina?

-Oh, sí. Sabes que sin mi café no puedo empezar el día. (Charlie sonrió, sintiéndose un poco más ligera ahora que Alastor estaba de pie).

(Él rodó los ojos, pero había una chispa de diversión en ellos) -Eso que bebes no es café, Charlotte (Exhaló aire y se enderezó) Pero supongo que no puedo evitarlo, vamos juntos. 

Alastor le ofreció su brazo, y Charlie lo tomó con cierta duda. Juntos se dirigieron a la cocina, pero en el fondo, ella se sentía incómoda. Aún recordaba la rabieta que Alastor había tenido. Parecía que la tormenta de su enojo había continuado durante la noche, ya que él acababa de regresar al hotel, visiblemente cansado. Algo inusual en el siempre imperturbable Overlord.

Él la observaba de reojo, captando la tensión en el ambiente. Conocía a Charlie lo suficiente como para saber que algo no estaba bien. Aunque ella solía ser un libro abierto para él, en ese momento, parecía esconder algo. Cada vez que tenía alguna mínima cercanía, ella daba pequeños sobresaltos o evitaba mirarlo directamente. Incluso su habitual sonrisa había desaparecido, reemplazada por una seriedad poco característica de Charlie.

Alastor infló sus pulmones con paciencia. Aprovechando el momento mientras cocinaban, decidió intentar relajarla. Sabía que había algo más detrás de su incomodidad. Así que, con una sonrisa traviesa, incitó a Charlie a cantar. Era algo que ella amaba hacer, y él esperaba que la música pudiera aliviar la tensión.

Tarareó una melodía y la miró, invitándola a seguir el ritmo. Charlie, algo dubitativa, intentó unirse, pero estaba claro que no estaba del todo en sintonía.

Entonces, Alastor se atrevió a cantar. Su voz, profunda y melódica, llenó la cocina. Pero, en un gesto inusual, cedió la palabra a Charlie para que continuara. Sin embargo, ella lo interrumpió con una disculpa sincera.