Capítulo 19

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Llevar a su compañero que sangraba a la sala de emergencias ni siquiera levantó cejas hasta que Harry sacó su placa y entonces todo el mundo se puso a trabajar, rápido. Louis tenía un buen corte en la cabeza, un corte largo y delgado que había sangrado mucho, pero ni siquiera necesitó más que unos pocos puntos, tenía algunas quemaduras menores y contusiones en el brazo. Aparte de la imprevisible herida de la cabeza, lo peor era la herida de su caja torácica. Nada estaba roto, pero se había retorcido los músculos y sufrido contusiones profundas y dolorosas a lo largo de las intercostales que le impedirían moverse durante bastante tiempo. Semanas, definitivamente. Posiblemente meses, le había dicho el médico a Harry.

Harry se sentó en una silla con los codos sobre las rodillas junto a la cama donde Louis estaba tumbado, conectado a una vía intravenosa y con todo tipo de equipos de monitorización. Tenía que sacarlos de aquí pronto. Como había utilizado su placa para entrar, el aviso llegaría a la oficina más pronto que tarde. El médico de admisión había insistido en mantener a Louis durante la noche, para observar la conmoción cerebral y asegurarse que no empeoraba. Habían mantenido a Louis despierto casi toda la noche, y esto le había puesto de muy mal humor. Era difícil tratar con él. Incluso más de lo que normalmente era. Ahora se había quedado dormido mientras Harry esperaba con impaciencia al médico. Miró su reloj una vez más cuando el médico entró.

—Tiene un pequeño daño interno, hinchazón en el cráneo que podría molestarle unos pocos días, y un bonito bulto grande en el exterior —ofreció el médico antes de que Harry pudiera interrogarlo—. Consiguió el campanazo, pero parece estar haciéndolo bien, aparte del dolor. Llévelo a casa y póngale una bolsa de hielo encima. Mantenga un ojo sobre él y manténgalo despierto una hora o dos antes de darle medicamentos para el dolor, por si acaso. Si no necesita las pastillas, no se las dé. Estoy hablando de retorcerse de dolor —dijo con severidad—. Y manténgalo en un lugar agradable y tranquilo durante unos días hasta que la hinchazón disminuya. Una lesión en la cabeza como esta puede empeorar rápidamente, así que como he dicho, mantenga un ojo sobre él. Si empieza a marearse, visión borrosa, a pronunciar mal, temblores, confusión, náuseas, etc, llame a una ambulancia. Esa hinchazón en la cabeza es el problema más grave, y podría causar algunos problemas de memoria. ¿Alguna pregunta? —preguntó. Harry sacudió la cabeza en silencio—. Voy a llamar a un camillero para que le ayude a salir entonces —dijo el doctor.

Harry se levantó, sacudiendo la cabeza.

—No, sólo despeje la sala, yo le sacaré —dijo Harry.

El médico frunció el ceño e inclinó la cabeza con terquedad.

—O sale de aquí en una silla de ruedas asistido por un camillero —dijo con calma—, o no sale.

Harry se enojó.

—Haré un trato —rechinó—. Yo le empujaré y su camillero puede seguirnos.

El médico entrecerró los ojos y asintió con la cabeza, quitó la intravenosa y bordeó la cortina para iniciar los trámites.

Imaginando que iba a tratar de hacer un escape rápido, Harry sacudió el hombro de Louis ligeramente, inclinándose al oído del otro hombre.

—¿Louis? ¿Quieres despertar para que podamos irnos de aquí?

Louis volvió ligeramente la cabeza, su sien empujó contra la barbilla de Harry y gimió en respuesta.

—Sólo me voy de aquí con las drogas.

Harry rio entre dientes. Sabía que no le habían dado nada para el dolor a causa de la conmoción cerebral, pero Louis no distinguiría la diferencia.

—Tengo un par de paquetes de drogas para mantenerte feliz —canturreó Harry—. Vamos a levantarte, chico grande. —Deslizó el brazo bajo los hombros de Louis y comenzó a levantarlo lentamente hasta que quedó sentado.

Retirada (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora