En un mundo donde los lazos familiares y el amor se ponen a prueba, Boruto Uzumaki-Uchiha vive una vida aparentemente normal con sus padres, Naruto y Sasuke y su novio Mitsuki. Sin embargo, todo cambia cuando Kawaki, el hijo adoptivo de Naruto y Sas...
El viaje de regreso a casa es un suspiro de alivio para Naruto, una ola de emociones que lo envuelve como el abrazo de un océano cálido. Cada kilómetro recorrido es un paso más hacia la libertad, un peldaño más en la escalera de la redención. Sasuke, a su lado, es el faro que lo guía, su presencia una constante en el mar de incertidumbre que ha sido su vida reciente.
Al llegar a la mansión Uzumaki-Uchiha, Naruto siente que el peso de su confinamiento se desvanece. La puerta se abre, y allí, esperándolo con ojos llenos de lágrimas, está Boruto.
- Papá...- murmura Boruto, su voz temblando con una mezcla de alegría y alivio.
Naruto abraza a su hijo con la fuerza de mil soles, su corazón latiendo con una intensidad que nunca antes había conocido.
- Boruto, hijo mío - susurra, sus palabras un canto de amor y promesa - Estoy de vuelta.
Mientras el sol se pone, bañando la mansión en una luz dorada, Naruto se encuentra con Himawari. Al ver a su hija, su corazón se expande con un amor que no sabía que podía sentir.
- Así que tú eres Himawari -dice, su voz llena de asombro y ternura.
Himawari, con los ojos brillando de emoción, se lanza a sus brazos.
- Papá - dice, su voz un eco de esperanza y amor - Te he esperado tanto. Al fin puedo conocerte.
Naruto siente que su alma se ilumina, cada rincón oscuro siendo bañado por la luz de la familia que lo rodea.
- No sabía que tenía una hija tan maravillosa - piensa, sus lágrimas mezclándose con las de Himawari - Pero ahora que te tengo, nunca más te dejaré.
En otra parte de la ciudad, Kawaki es encerrado en una celda de máxima seguridad. Las paredes frías y duras son un reflejo de la frialdad que ahora lo rodea. La oscuridad es su única compañía, una sombra constante que lo recuerda de su traición.
El dolor de Naruto hacia Kawaki es un volcán que arde en su pecho, una mezcla de decepción y miedo.
- Lo quise como a un hijo - piensa Naruto, su corazón una tormenta de emociones - Pero me traicionó de la peor manera posible. Nis traicionó a todos.
El recuerdo de las drogas que Kawaki le suministró junto al encierro son una serpiente que se desliza por su mente, cada picadura una punzada de dolor.
- Me esclavizó a sus caprichos - murmura, su voz un susurro de angustia - Y eso nunca podré olvidarlo.
Sasuke y los hijos de Naruto son su roca, su apoyo constante en este mar de dolor.
- Estamos aquí para ti - dice Sasuke, su voz un bálsamo para las heridas de Naruto - Siempre lo estaremos amor mío.
Boruto, a pesar de su propio dolor, encuentra fuerzas para apoyar a su padre.
- Papá, no estás solo - dice, su voz llena de determinación - Juntos superaremos esto.
Mientras tanto, Boruto ignora a Mitsuki, su decepción una barrera impenetrable.
- No puedo escucharte ahora - piensa, su mente cerrada a las explicaciones de Mitsuki - Estoy demasiado herido.
Mitsuki, sintiendo la frialdad de Boruto, se consume en una tristeza silenciosa.
- Lo siento, Boruto - susurra, aunque sabe que sus palabras no alcanzarán a su amado.
En el tribunal, Sasuke pide un castigo severo para Kawaki: usar su propia droga contra él, borrando todos sus recuerdos desde que lo encontraron en los suburbios.
- Este es el castigo perfecto - declara, su voz fría como el hielo - Para alguien que nos traicionó de manera tan ruin.
Naruto, aunque sufre por la decisión, ya que aún siente un profundo amor de padre hacia Kawaki, está de acuerdo.
- Es lo justo - dice, su voz temblando pero firme.
Al enterarse de su destino, Kawaki enloquece de miedo y terror.
- Fue mi padre biológico - grita, sus palabras un torrente de desesperación - Él me amenazócon matarnos a Naruto y a mí. Por eso los traicioné. No tuve otra opción.
Sasuke, implacable, responde con frialdad.
-De habérnoslo dicho antes, te habríamos protegido. Pero elegiste traicionarnos, y ahora este será tu castigo. - ¡Prefiero morir! ¡Por favor matenme! - suplica Kawaki pero sus palabraa no son tenidas en cuenta.
Naruto es el único que mira a Kawaki con dolor y cariño de padre aún. Pero sabe discimularlo.
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