En un mundo donde los lazos familiares y el amor se ponen a prueba, Boruto Uzumaki-Uchiha vive una vida aparentemente normal con sus padres, Naruto y Sasuke y su novio Mitsuki. Sin embargo, todo cambia cuando Kawaki, el hijo adoptivo de Naruto y Sas...
Sasuke entra en el edificio con una mezcla de ansiedad y determinación. Cada paso que da resuena en el silencio, un eco de su desesperada búsqueda. El edificio, con sus muros de piedra y su aire de abandono elegante, es una fortaleza de secretos y sombras.
La energía de Naruto es palpable, una vibración en el aire que guía a Sasuke como un faro en la noche.
- Naruto, estuviste aquí mi amor- murmura Sasuke, su voz un susurro de esperanza. La sensación es tan fuerte que casi puede ver la silueta de su amado en los rincones oscuros.
Mientras explora las habitaciones, encuentra rastros de la presencia de Naruto: una taza aún tibia, un libro abierto en una página específica. Cada pequeño detalle es una pieza del rompecabezas, un indicio de que está cada vez más cerca. Finalmente, en un escritorio desordenado, encuentra un papel con una dirección escrita apresuradamente.
- Este debe ser donde el lugar lo tienen ahora - piensa Sasuke, sus ojos llenos de una mezcla de determinación y esperanza. Guarda el papel con cuidado y se apresura a salir del edificio, sabiendo que cada segundo cuenta.
De vuelta en la mansión Uzumaki-Uchiha, Sasuke se prepara para el viaje a la ciudad donde Kawaki tiene a Naruto. Su mente es un torbellino de planes y estrategias, cada pensamiento un paso más cerca de la liberación de su amado.
Kashin Koji aparece, su figura enigmática un recordatorio de las sombras que aún deben enfrentarse.
-Aquí tienes Sasuke - dice, entregando a Sasuke un par de ampollas con el antídoto para neutralizar la droga que Kawaki le suministra a Naruto -Estas son esenciales. Úsalas bien.
Sasuke asiente, su gratitud profunda pero silenciosa.
- Gracias, Kashin Koji. No fallaré.
En el lujoso apartamento de la otra ciudad, Naruto intenta escapar sin éxito alguno. Las paredes, decoradas con arte exquisito y muebles elegantes, se sienten como una jaula dorada. Cada puerta que intenta abrir está cerrada con llave, cada ventana una barrera insuperable.
- Estoy atrapado - piensa Naruto, su corazón hundiéndose en la desesperación. El lujo que lo rodea es un cruel contraste con su sentimiento de encierro. Los candelabros brillantes y las alfombras suaves no pueden ocultar la fría realidad de su situación - ¿Cómo he llegado a esto?
La soledad es un fantasma que lo acompaña en cada rincón, susurrando promesas de libertad que nunca se cumplen.
- Sasuke... Boruto...- murmura, su voz un eco en la vastedad de su prisión. Cada pensamiento es una cadena que lo ata más firmemente a su desesperación, cada intento de escapar un recordatorio de su impotencia.
Naruto se sienta junto a una ventana, observando el horizonte con ojos llenos de tristeza. El cielo, azul y sin nubes, es un cruel recordatorio de la libertad que una vez tuvo.
- Estoy tan cerca y tan lejos al mismo tiempo - piensa, su corazón un mar de confusión y dolor.
Cada objeto en el apartamento parece burlarse de su situación. Los libros en la estantería, los cuadros en las paredes, todos son testigos mudos de su sufrimiento.
- ¿Cómo puedo salir de aquí? - se pregunta, su mente buscando desesperadamente una solución.
El tiempo pasa lento, cada segundo una eternidad de incertidumbre. Naruto siente que está perdiendo una parte de sí mismo con cada momento que pasa en este encierro.
-No puedo seguir así - se dice, su voz apenas un susurro.
Kawaki entra en la habitación, su presencia una sombra que eclipsa la luz. Naruto se levanta, su cuerpo tenso con una mezcla de miedo y determinación.
- Kawaki, déjame ir - dice, su voz firme pero desesperada.
Kawaki se acerca con una sonrisa fría, sus ojos brillando con una intensidad oscura.
- No puedes irte, Naruto. Eres mío - dice, sus palabras un veneno que se desliza suavemente en la mente de Naruto.
Naruto siente una ola de desesperación al darse cuenta de que no hay salida. Cada intento de escapar ha sido inútil, cada esperanza un sueño roto.
-No puedo seguir así - piensa, su mente un torbellino de desesperación y resistencia.
Kawaki, viendo la determinación en los ojos de Naruto, sabe que debe actuar. Saca una jeringa y, antes de que Naruto pueda reaccionar, lo inyecta con la droga que mantiene su mente en blanco.
- Esto te calmará padre - dice Kawaki, su voz un susurro tranquilizador.
Naruto siente el líquido frío entrar en su cuerpo, su mente comenzando a nublarse.
-No... Sasuke...ayúdame - murmura, su voz desvaneciéndose en un susurro. La droga apaga su resistencia, sumiéndolo en un letargo del que no puede escapar.
Naruto se hunde en la inconsciencia, su último pensamiento un llamado desesperado a Sasuke. "Por favor, encuéntrame," piensa, su mente un eco lejano en la oscuridad. La soledad es un manto pesado que lo envuelve, su esperanza una chispa tenue en la vasta noche de su cautiverio.
Mientras tanto, Sasuke, armado con el conocimiento y el antídoto, se prepara para el rescate. Su corazón es un tambor que late con una determinación inquebrantable.
- Voy a encontrarte, Naruto - murmura, sus ojos brillando con una mezcla de amor y furia.
Sasuke al borde del rescate y Naruto atrapado en un sueño oscuro. La lucha por la libertad y el amor continúa, cada paso un desafío, cada momento una prueba. La esperanza arde brillante en sus corazones, prometiendo un futuro donde la verdad y el amor prevalecerán sobre la oscuridad.
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