En un mundo donde los lazos familiares y el amor se ponen a prueba, Boruto Uzumaki-Uchiha vive una vida aparentemente normal con sus padres, Naruto y Sasuke y su novio Mitsuki. Sin embargo, todo cambia cuando Kawaki, el hijo adoptivo de Naruto y Sas...
La mansión Uzumaki-Uchiha se encuentra en un estado de tensa calma mientras Naruto trae a Kawaki de vuelta. Cada paso que Kawaki da dentro de la casa es una confrontación con su pasado y un intento de buscar redención. Al cruzar el umbral, los ojos de Boruto lo encuentran, llenos de una mezcla de desdén y temor.
- No puede ser - piensa Boruto, su corazón acelerándose con una mezcla de ira y miedo - ¿Qué hace Kawaki aquí?
El ambiente dentro de la mansión se vuelve pesado, una nube oscura que amenaza con estallar en cualquier momento. Cada encuentro entre Boruto y Kawaki es una chispa que enciende el resentimiento y la desconfianza.
- No puedo soportar tenerlo cerca - murmura Boruto, sus palabras llenas de veneno - ¿Qué pasa si nos traiciona de nuevo? ¿Y si decide drogarnos otra vez para separarnos nuevamente?
Naruto se convierte en el intermediario entre sus dos hijos, su corazón dividido entre el amor, la justicia y el deseo de estar todos unidos otra vez.
- Debemos darle una oportunidad - dice Naruto, su voz un susurro de esperanza - Kawaki está arrepentido y necesita nuestra ayuda Boruto, entiendelo por favor.
Boruto, sin embargo, no puede dejar de lado su miedo y desconfianza. No aún.
-Repito ¿Y si nos hace daño de nuevo? - pregunta, su voz temblando con la intensidad de sus emociones - No puedo olvidar lo que hizo.
Naruto, con paciencia infinita, intenta calmar las aguas turbulentas.
- Lo superaremos juntos - dice, su mirada firme y llena de amor - Confía en mí, Boruto.
A diferencia de Boruto, Himawari decide darle una oportunidad a Kawaki. Su dulzura y sonrisa, reflejos de su padre Naruto, logran atravesar las barreras que Kawaki ha erigido a su alrededor.
-.Hola, Kawaki - dice Himawari, su voz un rayo de sol en la oscuridad - Me alegra que estés aquí.
Kawaki, cautivado por su gentileza, se abre lentamente a ella.
- Gracias, Himawari - murmura, sintiendo una calidez en su corazón que había olvidado - Eres como una hermana para mí.
Incluso Sasuke, con su carácter reservado, encuentra en su corazón el espacio para perdonar a Kawaki.
- Todos merecen una segunda oportunidad - dice, su voz grave pero comprensiva - Incluido tú Kawaki.
Para Boruto, sin embargo, la presencia de Kawaki es una constante fuente de ansiedad y temor.
- No puedo confiar en él - piensa, su mente una tormenta de recuerdos dolorosos. Cada encuentro es una batalla interna, una lucha contra el miedo y la ira que amenazan con consumirlo.
Sus temores se manifiestan en ataques de ira y violencia, estallidos de emociones que sacuden la paz de la mansión.
- ¡No soporto esto! - grita Boruto en un momento de desesperación, sus palabras llenas de dolor - ¡¿Por qué nadie entiende cómo me siento?!
Boruto encuentra consuelo en los brazos de su amado Mitsuki, su refugio contra la tormenta interna.
- Tengo miedo - confiesa Boruto, sus ojos llenos de lágrimas - Miedo de que Kawaki nos haga daño otra vez. Miedo de que nos separe de nuevo.
Mitsuki, con su amor incondicional, intenta calmar a Boruto.
- Estoy aquí para ti - susurra, su voz un bálsamo para el alma herida de Boruto - No te dejaré solo en esto. No me iré a ningún lado mi sol.
A pesar del apoyo de Mitsuki, el miedo de Boruto persiste. Cuando está solo en su habitación, las lágrimas fluyen libremente, un río de dolor y desesperación.
- No puedo dejar que esto me consuma - se dice, su voz apenas un murmullo entre los sollozos - Debo ser fuerte.
Una noche, mientras Boruto llora en su habitación, Mitsuki llega a la mansión. El mayordomo, siguiendo las órdenes de Sasuke, lo guía hasta la habitación de Boruto. Al entrar, Mitsuki encuentra a su amado devastado, su cuerpo temblando con el peso de sus emociones.
Sin decir una palabra, Mitsuki se lanza a los brazos de Boruto, su presencia un ancla en la tormenta.
- Estoy aquí - susurra, sus brazos rodeando con fuerza a Boruto - No te dejaré.
Boruto, sintiendo el calor y la seguridad de Mitsuki, se derrumba aún más en sus brazos.
- No soportaría perderte otra vez, Mitsuki - dice, su voz quebrada por el miedo - Tengo tanto miedo.
Mitsuki, sin saber cómo reconfortarlo completamente, simplemente lo abraza más fuerte.
- No me perderás - dice, su voz firme pero suave - Juntos superaremos esto.
Boruto lucha contra sus temores y encuentra consuelo en los brazos de Mitsuki, quien solo piensa en salvar a su sol de ese dolor. Mientras su amado sol siga con esos temores y traumas, èl no puede perdonar a Kawaki.
Más bien siente cómo su furia se incrementa en su interior, siendo algo muy extraño en Mitsuki ya que de por sí siempre se caracterizó por ser alguien tranquilo. Pero ahora que su sol está experimentando aquellos crueles temores solo puede sentir furia total hacia Kawaki.
Si dañas a Boruto yo...no sé lo qué haría.
Piensa Mitsuki abrazando a Boruto mientras contempla una foto de Kawaki junto a Boruto en un retrato.
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