En un mundo donde los lazos familiares y el amor se ponen a prueba, Boruto Uzumaki-Uchiha vive una vida aparentemente normal con sus padres, Naruto y Sasuke y su novio Mitsuki. Sin embargo, todo cambia cuando Kawaki, el hijo adoptivo de Naruto y Sas...
Todos son compañeros de curso, Boruto, Himawari, Mitsuki, Shinki y Shikadai, mientras que Kawaki es un año mayor que ellos. Por lo tanto asiste a un curso diferente de ellos. Hima y Shinki se sientan juntos algo alejados de Boruto, Mitsuki y Shikadai quienes están juntos los tres como los excelentes amigos que son.
Boruto siente paz y alegría junto a ellos, debido a.que se siente comprendido y acompañado. Junto a ellos y su hermana más Shinki aflora su verdadera personalidad, su buen humor y alegría. No para de reír.
A su vez Hima la pasa genial en la academia debido al hecho de poder estar junto a Shinki la mayor parte del tiempo. Su sonrisa ilumina su rostro volviendola aún más atractiva para Shinki, quien no puede evitar mirarla embobado.
Esa media mañana ambos estaban en el primer recreo riendo mientras recordaban situaciones sucedidas en el curso. Los dos estaban relajados y alegres, olvidados del mundo al completo.
Mitsuki junto a Boruto estaban con ellos riendo a más no poder también. Menos Shikadai quien se encontraba en la biblioteca en busca de un libro, cuando Gaara apareció inesperadamente allí, con su expresión sombría y amenazante. Al verlo tan de golpe, Shinki sintió un golpe al corazón ya que había sido pescado infraganti.
— Shinki — murnuró Gaara con la mirada de hielo — Padre — susurró asustado Shinki empalideciendo. Gaara frunció levemente el ceño, aquel era un gesto de alerta para el pelinegro — D-Disculpen.
Tras decir aquello Shinki se alejó del grupo quienes lo miraron asombrados, ya que notaron el repentino cambio de humor de Shinki al alejarse. Fueron testigos del intenso miedo que Shinki sentía junto a la dureza del recién llegado quien, tras sujetarlo del brazo practicamente lo arrastró alejandolo del lugar.
Gaara había ido expresamente a buscar a su desobediente hijo, ya que el director le había dado el informe diario. Aquello se debía a que Gaara así se lo exigía, porque queria tener a Shinki vigilado en todo momento.
Por supuesto que Gaara era consciderado un eexcelente padre, en extremo dedicado a proteger a su único hijo. Sin emabrgo aquello no era así. Gaara solo quería asegurarse de que Shinki obedezca sus órdenes. Y acababa de comprobar que no era así. Saltaba a la vista que estaba profundamente enamorado de esa jovencita llamada Himawari Uzumaki y que había hecho dos amigos.
— Me haz desobedecido por última vez Shinki — le espetó con frialdad Gaara — No volverás más a esta academia. — P-Pero padre, solo estaba.... — Filtreando con esa chica y pasandola de maravilla con esos dos, tus nuevos amigos. Pero ya no volverá a suceder.
Tras hacer los tramites Gaara se lo llevó con él fuera de la academia y del lugar. En el auto, Shinki miraba sus rodillas temblando ligeramente. Su padre estaba ciego de furia aunque no gritase ni lo golpeara. Cuando Shinki levantó la vista vio que estaban llegando a los límites de la frontera de la zona privilegiada con intenso horror.
Su cuerpo fue invadido por fuertes espasmos debido al miedo que empezaba a adueñarse de su persona.
—¿A dónde vamos padre? — pudo preguntar haciendo un gran esfuerzo. Como Gaara no respondía sino más bien seguía avanzando, Shinki empezó a llorar de la desesperación — Por favor padre, por favor....no lo hagas....no me hagas esto...por favor....
La dureza de la expresión de Gaara lo descorazonaba bastante, ya que no podía enteder por qué le estaba haciendo esto.
— Padre por dios, me aislas de todo solo para asegurarte de tenerme a tu lado siempre porque temes perderme. Sin importarte nada de lo que te diga, solo sabes creer que me iré en cualquier momento de tu lado. Pero al verme riendo con algunos compañeros en la academia solo me subes a tu auto y planeas tirarme a los suburvios ¿Así nada más?
— No a cualquier parte de los suburvios, sino al exacto lugar donde te encontré hace años atrás Shinki.
Shinki cerró las manos en forma de puños intentando controlarse debido al miedo que sentía recorrer sus venas.
— No sobreviviré allí padre, moriré. Lo sabes ¿verdad? — Ya no es mi problema Shinki. Llegamos.
Gaara estacionó en una calle sucia y peligrosa en el peor sitio de los suburvios. Shinki se aferró al asiento tiritando del terror pálido de miedo. Gaara sentía que se le desgarraba el alma, pero una lección debía ser aprendida de forma inmediata.
Shinki lloraba como un niño restregando sus piernas, ya que al estar allí los oscuros recuerdos de lo vivido horas antes de ser salvado por Gaara volvían a su mente golpeandolo con brusquedad.
— Baja Shinki — ordenó Gaara — No — Hazlo Shinki — Por favor padre....no me hagas esto...por favor....sabes lo que este lugar me.hizo....lo que...
Gaara sujetó a Shinki con firmeza mirandolo fijamente a los ojos.
— Entonces no vuelvas a romperme el corazón otra vez Shinki, porque no dudaré en hacerlo ¿entiendes? — Shinki asintió con su cabeza tiritando sin dejar de llorar — ¿Dejarás la academia entonces? — Shinki volvió a asentir con su cabeza en siilencio — ¿Te olvidarás de esa chica? ¿Himawari Uzumaki?
— Si padre, la dejaré. Solo dame una oportunidad más. Por favor. — De acuerdo Shinki, te daré una última oportunidad. Pero solo una solamente, nada más.
Gaara lo abrazó con ternura posesiva, había conseguido lo que deseaba. Se había salido con la suya. Tendría a Shinki con él unicamente.
— Volvamos a casa hijo — Si padre — Tendrás los mejores tutores y terminarás los estudios en casa conmigo. — De acuerdo padre.
Gaara condujo de regreso a casa sintiendose feliz con lo que había logrado, ignorando los desgarradores sentimientos de un Shinki ahogado por el dolor y la desesperación.
Adios Himawari. Lamento no contar con la libertad necesaria como para estar a tu lado.
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