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Camine junto a Ari y Juan quienes no dejaban de contarme como les iba últimamente.
Todo esto me ha servido para darme cuenta que realmente me extrañan...
Y que hablan hasta por los codos. Definitivamente extrañaba eso.
Ya había pasado una semana desde nuestra llegada a España, me había acoplado al clima y al horario bastante bien.
Este jueves sería mi último entrenamiento y el viernes checariamos mi peso.
Estaba algo nerviosa ¿Si?
Lo bueno es que Miko aseguró que si llegaba antes del pesaje.
Al menos ya tenía a mi suegra y cuñado conmigo...
Volvimos al hotel donde me despedí de mis amigos para ir a mi habitación a descansar un poco.
Estaban siendo días pesados y rogaba porque ya terminaran.
Extendí mi mano para agarrar mi celular y contestar la llamada que probablemente sería de mi novia.
—¿Hola?
—¿Ibas a dormir, mami? ¿Cómo vas?
—Si... Algo cansada, ya me acople pero me siento agotada ya—murmure acomodando mi celular en una almohada para poder ver a mi novia.
—¿Que te haría bien?
—¿Ahorita? Estar contigo...
—Duerme un poco, nena.
Asentí sintiendo como mis ojos se quedaban completamente cerrados.
Descansaría lo suficiente para dar más de mi 100%
Samy ❤️
Te vemos en el entrenamiento hoy 7:21 am
No te duermas 7:21 am
Si me dormí jeje 8:05 am
Ya estoy llegando 8:05 am
Vicky ❤️🩹
Suerte en tu último entrenamiento, mami 8:15 am
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8:15 am
Te mando muchos besos 💋 8:15 am
Ya quiero verte:( 8:20 am
Acomode la venda en mis manos con ayuda de mi hermana quien no dejaba de hablar.
Mi último sparring sería con ella y me emocionaba bastante.
—¿Te sientes bien?
—Emocionada. No me cansaré de decir que vienen cosas muy buenas este año—murmure caminando a lado de ella—¿Y tu? ¿Cómo vas con tu espalda?
—Dos que tres, ahorita me siento bien y por eso quiero hacer este último sparring contigo.
—Me emociona. Podré cobrarme todas las veces que me regañaste.
—Y yo las veces que te consintieron más a ti que a mi.
Ambas reímos levemente, nos sentamos frente a Felix quien nos ayudó a colocarnos los guantes y cascos.
Una vez listas subimos al ring ante la mirada de amigos y entrenadores.
—Tres, dos, uno ¡Box!
Mi hermana me tomó por sorpresa al tirar el primer golpe y para nada suave.
Vaya que se estaba desquitando.
Bloquee sus golpes y aproveche para devolver cada uno con más fuerza por los siguientes rounds.
—¡Ya, pendejas!
—¡Ronny separalas, coño!
El moreno se acercó para separarnos y mandarnos a cada una a la esquina.
Le agradecí a Ari que me diera un poco de agua y me acerque a Samantha.
—¿Te lastime?
—No, tranquila. Pero ya me empezó a doler la espalda.
—Esta bien, hay otra chava que puede entrar en tu lugar—informo Ama, aquella mujer se subió al ring y no pude verla más sospechosa.
—Vas muy bien, cuñada.
—Sigue así, hija. Tienes mucha fuerza—le agradecí a mi cuñado y suegra sin dejar de observar a la que se había unido.
¿La conocía?
Ignore eso colocandome en mi esquina en espera de la señal de Ronny. Al oír la campana fui directo hacia ella, me tomó por sorpresa el sentir sus golpes y que bloqueaba los míos a la perfección.
—¡Dale, te falta un minuto!
—¡Venga _________!
—¡Dale, mamona!
Caí rendida en el ring cuando el último round terminó. Juan se subió al ring para ayudarme a quitarme el casco y los guantes.
Abrí mis ojos reconociendo a la mujer que estaba parada frente a mi...
—¿Me golpearon fuerte o estas aquí?
—Aquí estoy, preciosa—dijo quitándose las vendas de sus manos—Pegas muy duro, nena.
