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Importante
Escuche la canción de Chris Grey - Make the angels cry
Y Again de Noah Cyrus
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Lucifer estaba armando a su ejército con una determinación férrea para llevar a cabo su plan de recuperar a Bellamy. Mientras tanto, los arcángeles enfrentaban su propia batalla en el mar de las almas. Rafael observaba con desesperación cómo sus compañeros eran expulsados.

—Es imposible—dijo Rafael, frustrado.

—¡No debemos rendirnos!—le gritó el castaño con desesperación.

El celeste le sostuvo del hombro, sin preguntar por qué estaba tan desesperado por encontrar esa alma.

—¿Por qué es el alma de un híbrido?—confesó Gabriel con pesar.

—Los híbridos no son posibles, no es posible, Gabriel—le recriminó Rafael.

—No, no lo son—el verde lo miró con seriedad—. Pero no es imposible si un ángel se une a un humano.

Rafael se sostuvo la cabeza con dolor.

—Ya murió, ¿no?—miró a sus compañeros—. ¿Para qué lo quieres?

—Dile, Gabriel—Miguel lo miró con desesperación.

Gabriel comenzó a explicar sobre Bellamy, tratando de ser suave al mencionar a Lucifer.

—¡Lucifer! Eso ya estaba controlado—dijo Rafael, exaltado.

—Sí lo estaba, pero también él se encontró con ella—miró a Miguel con preocupación.

—Se volvió más poderoso—el castaño lo miró con angustia.

Lucifer y Rafael eran buenos amigos, ya que el demonio, antes de su rebelión, siempre había apoyado a Rafael.

—Por eso es importante, Rafael—lo interrumpió Gabriel—. Lucifer exterminará a todos si no le devolvemos a su esposa.

Los arcángeles discutían sobre cómo el mal se estaba volviendo más fuerte.

—¿Cómo es posible que ese ángel entrara al mundo humano?—preguntó el celeste, mirando a los azules.

—Fue por mi culpa. Yo expulse a un ángel—el de ojos verdes desvió la mirada—. Sentía que algo no estaba bien con ese ángel, era demasiado curioso.

Miguel relató cómo conoció a ese ángel. Era un ser celestial extraño, cuya curiosidad era retorcida. Por lo general, los ángeles son curiosos al nacer, pero este ángel tenía ideas muy bizarras.

—Lo expulse del cielo y, un día, mientras vagaba por el mundo—Miguel hizo una pausa—. Estaba desintegrándose, pero algo raro ocurrió. Una de sus plumas llegó hasta una humana—miró a Gabriel—. Esa humana estaba gestando. Intenté ir hacia ella, pero fracasé. Ella desapareció de mi vista y presencia.

Rafael lo observó con incredulidad.

—Él la escondió de mi vista y la busqué durante mucho tiempo, hasta que la encontré ese día—el ángel se veía destruido.

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