Envidia

313 60 24
                                    

Después de la visita del joven Tanjiro, Kotetsu quedó algo consternado de la sobrecarga de información que le dio el pelirrojo, no solo le dijo lo más obvio respecto a la marca y etiquetas, también sobre las fragancias y el dichoso y famosisimo encuentro y pues reproducción en general, dejando al pobre omega con la mente rellena de los pensamientos de los más tranquilos hasta los nuevos, que ahora tomaban sentido del porqué era tan malo estar con un alfa en celo.

Mentiría si dijese que ahora podría sentirse normal de saber toda esa información, pero para defensa de Tanjiro, era algo necesario que tarde o temprano el omega de máscara roja tendría que saber al casarse, y era claro que Kanamori no le diría el porque de muchas cosas.

- 「Cortejo... Es un pilar, no creo que de cualquier forma quiera hacerlo, después de todo, no puedo exigirle mas de lo que da, tiene 15 años y a pesar de todo es muy trabajador y apasionado, puede tampoco que tenga tiempo para... Esas cosas pero me conformo con sus cartas」-Pensó desanimadamente para sí mismo el omega de olor manzanilla, ocultándose en su nido de nuevo.

- Caww!, ¡ si no respondes me iré! -Amenazó la cuervo con arrogancia y sin nada de simpatía, posando sus patitas en el marco de la puerta.

- Dile que lo extraño y que... pediré permiso para ir a verlo. -Sonríe melancolicamente.

Kotetsu era frágil, voluntad fuerte pero frágil emocionalmente hablando, quería un montón de amor pero también un montón de flores, azúcar y calma,calma... Si, calma o mejor aún, Lo que fuera pero que fuera con él, solo con él, no le importaba lo que fuera, pero que fuera el quien lo acompañará.

Y ahí lo tienes llorando, llorando de amor, no por no ser correspondido, solo sentía que su pecho le pedía más de lo que podía pedir, quería ser egoísta y no compartir a Tokito, pero también quería hacer todo lo que este le pidiera, el nunca creyó ser dependiente de algo que no fueran las bolas de arroz de Kanamori, pero no hay culparlo, los cambios hormonales eran graves cuando un omega entra de celo antes de lo debido, estos sentimientos extremistas eran producto a los cambios frenéticos de su cuerpo por madurar lo más rápido posible, para inconscientemente prepararse para tener hijos, y no era por que Kotetsu quisiera, ni mucho menos, era su cuerpo actuando solo, eso era lo que causaba un celo inducido.

No estaba roto, solo era la pubertad y adolescencia haciendo transición. Era demasiado normal y anormal al mismo tiempo.

[...]

Esa misma mañana en la mansión Ubuyashiki se hizo una junta a primera hora, los pilares hablaban de la planificación que entre ellos sohre un tema importante y cuanto menos interesante, pues no se trataba ni mas ni menos que de un entrenamiento para los demás cazadores con motivo a la extraña disminución de actividad de los demonios de manera drástica, y temiendo que se avecina algo posiblemente grave, decidieron que era hora de explorar las habilidades del cuerpo de cazadores, con o sin Tomioka.

- Muichiro, ¿cómo está Kotetsu? -Preguntó Shinobu en voz algo baja, pues no era una conversación que de cualquier manera les impotarada a los prrsentes que ya casi se retiraban por motivos de conclida la junta.

- Bien, nos vamos a casar, ya el oyakata me autorizo y los encargados de Kotetsu -Soltó de manera vaga y calmada, con un pequeño brillo en sus pupilas y una sonrisa casi saltaría que contrastaba con su tono calmado

- ¡¿Casarte?! -Preguntó con asombro el pilar de la amor en coz algo alta por lo exagerado que lo preguntó, haciendo que los demás pilares escucharán, antes de que se pudieran ir.

Todos los pilares presentes miraron con asombro las palabras del más joven entre sus filas, pues ciertamente era lago muy inesperado de una persona muy inesperada.

Unión por compatibilidad [Muitetsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora