Sentimental

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Los días no dejan de pasar y después de tan dolo dos semanas al cuerpo de pilares y cazadores llegó la noticia que fue una pequeña luz en la obscuridad inmensa.

Y es que para la fortuna de la vida el primer hijo del pilar del viento había nacido de manera explendida a la luz de una mañana, de pelo blanco dulce y ojos azules grisasels con una mirada tierna y pestañas lindas y punteagudas no se podía dudar del lindo parecido al omega en cuestión del que había salido -Masachika-, los ojos grisáceos y azules eran el secreto mas grande de Sanemi, eran los ojos de su mamá que en paz descanse.

El pequeño a pesar de no tener el cabello azabache de la persona que lo trajo al mundo, contaba con una mirada tan profundamente tierna que para Shinobu fue una pena que Masachika no pudiese observar a este ser ciego.

- Sanemi, por favor describelo-Pidió con pequeñas lágrimas de alegría Masachika mientras sostenía al pequeño en sus brazos.

- Hermosos sin duda alguna, tienen los ojos redondos y brillantes tuyos, pero también el color de mi madre, los lindos ojos de ella -Suspiro el pilar del viento con una voz quebradiza, acariciando la cabeza del recién nacido para luego besar la cara de su pareja.

Poco hace falta decir que Masachika no podría ser más feliz.

Cuando Masachika perdió la vista creyo su vida acabada, lloro y renegó durante meses puesto al pensar que al no poder estar ya en la organización, no podría ayudar más, no podría vengar la muerte de su hermano menor, la vida se le había acabado, nunca pensó que empezaría una nueva con Sanemi.

Nunca pensó vivir el cariño de flor de piel en su cara, en su cuerpo, en su mente, y mucho menos ahora poder cargar el fruto se aquel amor en sus brazos.

Miel de abejas y néctar del amor, cálidas sonrisas y risas, y sería una obviedad mencionar que los pilares fueron gustosos a darle la bienvenida al mundo al pequeño ser del cual se había concedido del amor de del ex cazador y el pilar del viento, bendito fruto único del cariño de los dos, enseñado y risueño como los dos soles como ojos que tenía, suave capullo del sol.

- Es tan lindo -Chilló bajo el pilar del amor, quien era acompañada por el pilar de la serpiente.

- Me alegro que se te haga tierno, espero que algún día tengas uno así de lindo y que aunque sea lo pueda cargar -Habló encantado con las palabras dulces el de ojos verdosos miel -Masachika- mientras con cuidado se acomodaba en la cama.

- Prométeme que serás uno de los primeros en cargarlo -Prometió entusiasmada la pelirosa antes de devolver al pequeño. - Pero también al bebé que quiero cargar es al que va tener Kotetsu.

- ¿Kotetsu? -Pregunto confundido el omega cargando al bebé.

-Si, se me había pasado -El peliblando de Sanemi se sentó a un lado de su pareja- Tokito, aparte de que se caso, ya embarazo a su omega, Kotetsu.

Hubo un pequeño silencio antes de un seño fruncido del de ojos miel verdosos se hiciera presente, no se limitó a decir nada por haber personas presentes u trato de disimular esto mismo.

- Si, es muy joven para eso Kotetsu, pero él dice que esta bien! -Volvió ha alrededor animosa la pilar del amor.

- Cambiando de tema, ¿vas a seguir con los entrenamientos mañana Shinazugawa? -Habló enseguida el pilar de la serpiente, buscando no incomodar al omega que recién había parido.

- Claro, pero hoy procuraré estar con Masachika -Sonrió con calma y beso la cara de este mismo, quien enseguida relajo el seño y solo sonrio algo apenado pero desbordando felicidad.

Sin duda alguna algo tan inesperado como lindo se podría decir.

- Muy bien, Iguro y yo nos retiramos, fue un gusto conocer a tu bebé Shinazugawa! -Exclamó sonriente la alfa antes de dar media vuelta y empezar a caminar a la puerta.

Unión por compatibilidad [Muitetsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora