nsfw: +18.
—Perdóname —murmuró Ivy con miedo—. Por favor, no me mates.
—Te advertí que no te metieras conmigo, ¿y qué hiciste? —dije entre dientes.
—No te molestaré nunca más, solo déjame ir —rogó con voz afligida.
—Una molestia más y te cortaré el cuello mientras duermes —le advertí—. Nadie te salvará de eso.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Marianne desde la entrada, sus ojos saltando entre Ivy, que sollozaba, y yo, con el rostro tenso y la daga aún en mano.
—Nada —respondí con frialdad—. Ivy y yo solo estábamos hablando.
Empujé a la criada hacia delante con brusquedad. Ella tropezó y se refugió detrás de Marianne, temblando. Su vestido estaba manchado de sangre y su rostro estaba pálido.
—¿Estás bien? —le preguntó Marianne con preocupación.
Di una risotada ante el dramatismo de la situación y guardé mi daga después de limpiarla en un trozo de tela con el que habían estado secando los platos. Ivy asintió con miedo.
—Cuéntale cómo dejaste una rata muerta fuera de mi habitación y de tus amenazas —le insté con sorna.
—¿Es eso cierto? —inquirió Marianne, volviendo su mirada hacia Ivy con un ceño fruncido—. ¿Fuiste tú?
—No —titubeó nerviosa—. Ella miente.
—No me interesa si me crees o no —dije a Marianne, manteniendo la calma—. No tengo nada que ganar inventando algo así.
—Ivy, ¿qué demonios pasa por tu cabeza? —preguntó Marianne con severidad.
—La odio —dijo Ivy, señalándome con un dedo tembloroso, sin molestarse en seguir fingiendo inocencia—. Mírala, con sus aires de grandeza. Cree que es alguien especial solo porque ayer la vimos codeándose con el rey y su hermana. ¿No es injusto que la traten como si fuera importante?
—Si fueras inteligente mantendrías la boca cerrada para conservar tu trabajo —replicó la mayor.
—¡Dime que no es cierto! —Ivy exclamó con desesperación—. Ella acaba de llegar y ya la aplauden por todo. ¡Incluyéndote a ti, Marianne!, la defiendes a ella en vez de mí, que he trabajado contigo por años.
—Ella no te ha hecho nada —replicó con firmeza—. Tú sola te has metido en este lío. No quiero que vuelvas a molestarla. ¿Está claro?
—Ya me voy —dije, cansada de la escena—. Esta es tu última advertencia.
Salí de la sala con pasos firmes, dejando atrás la tensa confrontación. Bea, quien se había enterado del altercado por los murmullos de las criadas, subió a mi habitación para preguntarme qué había sucedido y si estaba bien.
Se quedó a dormir conmigo y al día siguiente disfrutamos juntas del desayuno, lo que fue un pequeño respiro de normalidad.Después de preparar mi atuendo y organizar mis pertenencias, me dirigí a la habitación de Helaena para ofrecer mi ayuda en lo que necesitara. Al llegar al pasillo, estuve a punto de tocar la puerta, pero me detuve en seco al escuchar la voz de Alicent proveniente del interior. Decidí esperar, escuchando desde afuera con la esperanza de captar algún detalle importante.
—Me enteré de que tienes una nueva doncella... —dijo la mujer.
—Sí, Eloise —escuché decir a la princesa.
—Te buscaré a otra que sea más apropiada —dijo, con tono tajante.
—No, ella se queda —replicó Aegon.
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Golden Alliances (Aegon II Targaryen)
FanficVisenya juró destruir al usurpador por quitarle el trono a su madre, pero ¿qué pasa cuando el odio inicial se convierte en algo más profundo e inesperado? 𝘕𝘢𝘳𝘳𝘢𝘵𝘪𝘷𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘢𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘤𝘪𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘯 𝘦𝘭 𝘚𝘦𝘱𝘵𝘰𝘯 𝘌�...