Woncrack suspiró profundamente antes de decir cualquier cosa.
—Necesitamos mantenerlo aquí, seguro y vigilado, hasta que podamos averiguar más sobre él.
—¿Y si es peligroso? No sabemos ni siquiera cómo es posible su propia existencia—pregunté, mientras la preocupación crecía en mi interior.
—Entonces tendremos que enfrentarlo—dijo Woncrack, con voz firme—Pero por ahora, no parece agresivo. Sólo... perdido, no sabe dónde está.
Me acerqué al extraño, intentando parecer lo más calmado posible.
—Vamos a ayudarte. ¿Está bien?—le dije—pero primero necesitamos que confíes en nosotros. Estás en un lugar seguro, nada te hará daño acá.
El extraño asintió lentamente con la cabeza, aún mirando a su alrededor con curiosidad y asombro. Sentí una extraña conexión con él, como si una parte de mí entendiera su confusión y su temor.
De repente, el extraño volvió a hablar.
—¡Christa!, ¿dónde está Christa? ¿Le hicieron algo?
Miré extrañado a Woncrack con unos ojos muy abiertos.
—¿Christa? ¿Cómo sabe su nombre?—pregunté, aturdido sin saber de dónde sacó el nombre de mi hermana.
—Es posible que tenga tus recuerdos—me dijo Woncrack con preocupación en su voz.
—¿Cómo es esto posible?—pregunté, tratando de entender la situación.
Woncrack me llamó a un lado, alejándonos del extraño.
—Si tiene tus recuerdos, puede que también tenga los de Arkonix. Eso puede ser un problema. Recuerda que Arkonix era el guardián del Arco de los Deseos. Si alguien le saca información y llega a encontrarlo, puede hacer cualquier cosa.
De repente, el caos que se había ido por un momento de Ashwood volvió. Todos gritaban por ayuda. Woncrack y yo salimos corriendo y vimos un barco pirata llegar a la costa de Ashwood. Un hombre con un parche en el ojo y una cicatriz cruzando su mejilla se paró en la proa del barco.
—No pensé que fuera posible que alguien pudiera matar a mi Arkonix. Eso no es nada bonito, ¿están orgullosos de eso?—dijo el pirata con una sonrisa cruel.
—¿Quién eres tú y qué haces en mi pueblo?—gritó Alonsso desde la multitud.
—Busco a la persona que mató a mi Arkonix, ¿lo conoces?—dijo el pirata, con una voz que se volvió más amenazante.
Alonsso quedó en silencio, tragando saliva visiblemente nervioso.
—¿Lo conoces?—volvió a preguntar el pirata, esta vez más agresivo.
—No, no lo conozco—mintió Alonsso, tratando de mantener la calma con todas sus fuerzas.
El pirata analizó a todos los presentes, hasta que sus ojos se detuvieron en mí.
—Fuiste tú, ¿no?—dijo mirando fijamente.
—Sí, fui yo—respondí, con voz firme, decidida y sin miedo.
El pirata se lanzó desde la altura de su barco hasta la superficie de Ashwood, sacando una escopeta de su bolsillo con movimientos rápidos y precisos.
En ese momento, el extraño apareció y le gritó.
—¡Alessandro, tranquilo!—acercándose al pirata.
—¿Quién eres tú?—preguntó Alessandro, el pirata, con una mezcla de sorpresa y desconfianza.
—No lo sé, sinceramente—respondió el extraño—pero sé muy bien quién eres tú. ¿Podemos irnos?
Alessandro lo pensó un poco, había algo en el extraño que le parecía sumamente familiar, bajando lentamente su escopeta.
—¿Irnos? ¿Adónde quieres ir? No sé ni quién eres.
—Vámonos lejos de aquí—dijo el extraño con una voz suave pero firme—Necesitamos hablar, pero no aquí, no ahora.
El pirata miró al extraño con sospecha, pero algo en su voz o en su mirada le hizo dudar.
—Muy bien—dijo finalmente—Pero más te vale que tengas una buena explicación.
El extraño asintió, y juntos se dirigieron hacia el barco pirata. La tensión en el aire era palpable, y todos los presentes en Ashwood observaban con expectación y miedo.
Antes de subir al barco, el extraño se volvió hacia mí.
—Volveré—dijo, y en sus ojos vi una promesa y una advertencia.
El barco pirata zarpó, llevándose consigo al extraño y a Alessandro. Woncrack y yo nos quedamos en la costa, observando cómo se alejaban.
—Esto no ha terminado—dijo Woncrack en voz baja—Hay mucho más en juego de lo que imaginamos.
-Continuará...-
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Corazón de Brujo [TERMINADA]
FantasyEn el pequeño pueblo del clan Fischer, la vida de Xieven, un niño de diez años, transcurre en armonía y alegría. Sin embargo, una noche cambia su destino para siempre. Un grupo de templarios liderados por el despiadado Lord Faragus irrumpe en el pue...