—Xieven. ¿Conoces el faro abandonado al final de Ashwood? Donde se conecta el pueblo con el mar—preguntó Liora, rompiendo el silencio después de un rato sin hablar.
—Sí, he oído de él, pero jamás he ido o lo he visto—respondí, curioso ante que me podría contar.
—Estuve investigando, hay un subterráneo escondido con muchos misterios, pero no me he atrevido a entrar sola. ¿Me acompañarías?—sugirió Liora.
Lo pensé por un momento, pero sabía que tenía que descubrir cómo vencer a Arkonix, y mi misión principal que sería acabar con Faragus, así que acepté. Nos despedimos y acordamos encontrarnos en la madrugada en el faro.
Horas después, me desperté con una carta en mi puerta, no tenía nombre así que la abrí.
"Querido Xieven, soy Frieya, no sé cuándo te llegará este mensaje, no temas, Faragus no sabe nada de esto, conseguí tu dirección por el cartero, me alegra demasiado que estés a salvo, estaba muy preocupada por ti. Pero lo principal, ¡feliz cumpleaños! Pronto estaremos juntos, ¿está bien? Cuídate mucho por favor, no quiero que te ocurra nada malo.
Besos, Frieya."
Sonreí, y guardé la carta abajo de mi almohada para leerla cuando me sienta desanimado.
Me vestí rápido con la única ropa que tenía y me dirigí al faro. Al llegar, encontré a Liora esperándome.
—¿Llevas mucho esperando? Disculpa la demora—pregunté, sintiéndome un poco culpable por la posibilidad de haberla hecho esperar.
—Llegué hace cinco minutos, no te preocupes. Ven, sígueme, quiero mostrarte esto—dijo ella, conduciéndome hacia el interior del faro.
Liora comenzó a golpear el piso de madera con los pies hasta encontrar una trampilla de hierro. La golpeó con los dedos y la abrió.
—Es acá, entra—indicó.
Bajamos por una escalera rota, sucia y fría. Al llegar abajo, encontramos una sala llena de libros sucios, fotos viejas, y documentos.
—¿Qué buscamos exactamente?—pregunté, iluminando con mi linterna.
—El mapa estelar. Debe estar aquí. Llevo años investigando cada pista y todas me llevan a este lugar—explicó Liora.
Nuestras linternas apenas iluminaban la sala, haciéndonos difícil ver algo claramente. Mientras avanzábamos, pisé algo que se rompió con la pisada. Lo recogí y descubrí que era una linterna ultravioleta. Al encenderla, vi que la sala estaba llena de tinta invisible a simple vista.
Lo oculté de Liora, aún no sabía si confiar mucho en ella.
La sala completa estaba cubierta de tinta ultravioleta. Mis ojos se fijaron en dos libros en particular: uno decía "Fischer" y el otro "Faragus". Tomé el que tenía mi apellido y lo abrí, revelando fotos de mi abuelo y explicaciones que coincidían con lo que había visto en la visión de Zismodis. Seguí ojeando y vi una foto de mi padre de joven, el fue quien había tomado la maldición cuando mi abuelo murió. Lamentablemente él no había heredado la brujería de mi abuelo, pero luego me vi a mí mismo, el último heredero de la maldición y un poderoso brujo si así lo decidía, según el libro.
En una página se explicaba que cuando el último heredero despertara sus poderes, tomaría la energía de su familia más cercana viva, quitándoles lucidez. Pensé en mi papá y Christa. No estaban tan emocionados al verme, ni les preocupó mucho mi mano faltante o que estuviera en peligro, ni menos que al día siguiente estaría de cumpleaños. No estaban conscientes de quienes realmente eran. Oculté esta información de Liora por el momento y decidí leer el libro de Faragus.
En el libro, vi al mismo Faragus de la visión. Era un brujo avaricioso que quería todo para él mismo. Un día le dio al brujo Fischer una espada maldita y años después fue asesinado por su hijo, Mateo, quien tomó su lugar y su nombre, robándole la identidad. Mateo creció lleno de poder, matando clanes en busca de la persona que lo llevaría hasta el arco de los deseos para dominar el mundo. Esa persona era yo. Mateo tuvo un hijo con una mujer y lo llamaron Ryker.
—¿De dónde sacaste eso?—interrumpió Liora, señalando la linterna ultravioleta.
—Encontré esta linterna que que muestra tinta invisible—respondí, escondiendo los libros en mi bolso sin que Liora se diera cuenta.
Liora usó la linterna ultravioleta y vio que la habitación entera estaba cubierta de tinta invisible. Revisó todo lo posible hasta encontrar un cajón con llave y con una palabra escrita en latín.
—¿Qué dice?—preguntó Liora, está en latín.
—Mapa estelar, lo que buscábamos—traduje.
—¿Cómo sabes leer latín?—preguntó Liora, sorprendida.
—Me enseñaron en mi clan—mentí, aunque en realidad había sido Faragus quien me enseñó.
Liora intentó abrir el cajón, pero estaba cerrado.
—Necesitamos una llave o algo para forzar esto—dijo, frustrada.
-Continuará...-
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Corazón de Brujo [TERMINADA]
FantasyEn el pequeño pueblo del clan Fischer, la vida de Xieven, un niño de diez años, transcurre en armonía y alegría. Sin embargo, una noche cambia su destino para siempre. Un grupo de templarios liderados por el despiadado Lord Faragus irrumpe en el pue...