"La caída de un grande"

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Despierto, me encuentro en mí cama, solo, es de noche, realmente me quedé dormido.
Me levanté y baje hacia donde se encontraba Chimuelo durmiendo, será mejor no despertarlo.
Salgo de mí casa y comienzo a dirigirme hacia el gran salon, Berk se ve bastante solitaria.
Llegando al gran salón, noto como hay varios colas quemantes de espaldas, ¿Tienen monturas?.
Me acerco sigilosamente, y por un hueco de las puertas, logro ver a un Cola Quemante Ala Titánica, y junto a el, el que parece ser su líder, un hombre moreno, bastante alto, con un hacha extraña.
Comienzo a irme lentamente hacia atrás, y al notar que ya no pueden oir mis pisadas, comienzo a correr hacia mí casa.
Logro ver dos cazadores de dragones intentando entrar en mí casa.
Saco a Inferno y la enciendo, ahora me ven claramente.
Ambos se alejan de mí puerta, uno se me acerca con su espada, y el otro me apunta con su ballesta.
Me estaba preparando hasta que se escuchó el sonido de Un furia nocturna, Chimuelo.
Hubo una pequeña explosión y al abrir los ojos de nuevo, uno de los cazadores tiene uno de sus brazos lastimado por la explosión, mientras que el otro no recupera la compostura.
Rápidamente tomo a Inferno y acabo con la vida de ambos.
¡Chimuelo!, estaba preocupado, estamos siendo atacados, amigo.- El solo asintió con su cabeza, me subo en su lomo y comenzamos a tomar a altura.— Esto será medio suicidio, lo sabes amigo.- Chimuelo soltó un gruñido.
Comenzó a aumentar su velocidad mientras se dirige en línea recta hacia las puertas de el gran salón.

Chimuelo Disparo un ataque plasma antes de impactar de lleno contra el cola quemante Ala Titánica.
Una pared de humo tapo toda la situación, todos comenzaron a tratar de reubicarse, pero ya es tarde.
Con mí máscara puesta, comencé a atacar uno a uno, mientras buscaba al líder de estos cazadores.
Le corto la garganta a un cazador de dragones y lo dejo caer, el ala titánica oyó eso, por lo que lanzó un ataque.
La pared de humo cayó.
Chimuelo se encontraba frente a frente con el ala titánica, y yo, frente a mí nuevo enemigo.
No me dio chance de decir nada, se abalanzó sobre mí con su hacha, esquivo su ataque y tomo distancia, eso lo beneficia.
Por otro lado Chimuelo comenzó a lanzar repetidos ataques al Ala Titánica.
El me vuelve a atacar, logro esquivar su ataque nuevamente, y acortar distancia, recibo una patada en el abdomen haciendo que caiga de espaldas contra un pilar.
Parece que esto acaba aquí.- Dijo, para comenzar a acercarse a mí para darme el golpe final.
Trate de levantarme pero coloco su hacha sobre mí cuello, siento como su hacha está por cortarme lo, cierro lo ojos y.

Gracias por todo, Hijo.

Tap,tap,tap.

Se escuchó caer algo, abro los ojos y lo veo.
Mí padre, pero, su cabeza se encuentra en el suelo, con su rostro volteado hacia mí.
Antes de darme cuenta, las lágrimas brotaron de mis ojos, la sangre inunda mis manos y prendas, mientras sostengo su cabeza contra mí pecho.
El sujeto solo sonrió e intento volver a acercarse, pero un furioso Dragón se acercó a sus espaldas, Chimuelo, quien nunca había asesinado a nadie, cargo un ataque, el ala titánica intento cubrirlo, pero era tarde, el pecho del desconocido tenía un hueco en su pecho.
El ala titánica volteo su atención a Chimuelo, arrojando lo lejos de un golpe, y preparado para darle el golpe final, comenzó a cargar su ataque.
Rápidamente tome a Inferno del suelo, y escale la espalda del ala titánica hasta llegar a su cabeza, y atravesarla con mí espada.
Se oyó un golpe seco al caer el cuerpo del ala titánica al suelo.
Todos se quedaron en silencio, esperando alguna palabra de mí parte.
Empecé a mirarme mis manos, ahora manchadas con la sangre del ala titánica, mis sucias manos, es la primera vez que le arrebato la vida a un dragón..

Los cazadores restantes, comenzaron a caminar de espaldas hacia la puerta del gran salón.
Enciendo a Inferno y me dirijo hacia ellos, una flecha logra darme en el hombro, pero nada me importa.
Le hago un corte profundo en el pecho al primero, rápidamente me dirijo hacia el segundo, saco mis dagas y le cortó velozmente su garganta, el de la ballesta intenta darme pero falla nuevamente, lanzó mí daga hacia el, dándole en la cabeza, están todos muertos.
Astrid se acercó a mí , dispuesta a tomar mí mano, pero solo la rechace.
Me dirigí hacia donde se encuentra el cuerpo de mí padre, mis rodillas no soportan más, por lo que caigo al suelo, mí mirada se dirige hacia el suelo, se me cae la máscara, y sin ella, todos ven como mí rostro está lleno de lágrimas.
Patapez intenta acercarse a mí, pero Bocón lo detiene.
Bocón coloca su mano en mí espalda.— El está en un lugar mejor chico, murió protegiendo a su mejor creación, y a la que más amaba.
Las lágrimas comenzaron a salir más continuamente, no cuesta respirar, ¿Porque?, ¿Porque siempre que encuentro paz sucede esto?.
Hipo..- Oí la voz rota de Astrid detrás de mí, antes de darme un abrazo por la espalda.
Mí corazón comenzó a latir más lento, me estoy calmando, ella me está calmando.
Mis lágrimas dejaron de salir y mis ojos comenzaron a hincharse.

Pasaron los minutos y ya estaban hechos los preparativos, un funeral vikingo, para mí padre.

Donde sea que vaya, siempre seguirás en mí corazón.- Disparé la flecha de fuego que impacto directamente, y el barco comenzó a incendiarse.— Viviste como un grande, pero moriste como el mejor.- Oí decir a Bocón, yo abre perdido a mí padre, pero el perdió a su otra mitad.

Pasaron los minutos, horas, y yo seguí ahí, sentado, mirando hacia el horizonte.
Hipo, tu padre te quería preparar para esto, le hubiera encantado hacerlo, pero debes tomar tu responsabilidad.
—Dame algo de tiempo.
—No podemos, Berk necesita un Jefe, alguien a quien seguir, y tu, estás más que capacitado.
Me quedé en silencio, y solo asentí.
—Le informaré tu decisión al consejo de Berk.
—Me parece bien.
Bocón se fue y me dejó junto a Astrid, quien no había dicho una sola palabra en todo el día.
Antes de que me de cuenta, tomo mí cabeza y la apoyo sobre sus piernas, solo seguí mirando al horizonte, mientras ella comenzó a acariciar una de mis mejillas.
Es mucho para digerir en un solo día, Chimuelo asesino a alguien, yo mate un dragón y tu muerte, papá..

El sol comenzó a salir, y nos dirigimos con Astrid hacia nuestra casa con nuestros dragones.

Me dirigí directamente hacia la cama, no tengo apetito para comer.
Aún así, Astrid comenzó a cocinar.
El olor de una comida bien hecha comenzó a llamarme.
Empecé a bajar las escaleras y me recosté sobre Chimuelo, quien también se encuentra bajo de ánimos.
Ustedes dos si que parecen ser el uno para el otro.- Eso me hizo sonreír un poco.
Ella le dio un poco de pescado a Tormenta y luego a Chimuelo, solo la observé e hice una seña hacia mí boca.
Ella se rió y me dio un pescado fresco, en realidad quería que ella me de de comer, pero tampoco me molesta.
Rápidamente me termine el pescado, como si fuera un dragón, tanto tiempo solo, me acostumbré a esto.
La comida estaba lista, me senté sobre la mesa, y al tener la chuletas de Yak frente a mí, mí apetito no pudo soportar más y comencé a comer rápidamente una detrás de otra.
Terminamos de comer, una comida silenciosa, en la que se oyó el como Astrid se reía de vez en cuando por mí velocidad y torpeza para comer.
Me dirigí a la cama, y Astrid detrás de mí.
Ella me dedico un abrazo y simplemente me dormí rápidamente.

Me encuentro en un bosque, tengo a Inferno en mis manos, veo una luz a lo lejos y decido acercarme.
La luz por poco ciega a mis ojos hasta que e acostumbraron a ella.
Allí puedo ver a mí padre, de espaldas, sentado sobre un tronco.
Seras mucho más grande de lo que lo fui, Hijo.
Comenzó a girarse hacia a mí, y al hacerlo completamente, su cabeza rodó por el suelo.
Me quedé congelado durante unos segundos.
¡PAPA!.

Despierto de mí pesadilla, estoy sudando, mis manos tiemblan.
Veo a Astrid, aún abrazada a mí mientras duerme.
Comienzo a calmarme y recuesto mí cabeza sobre mí almohada.
Porque tuviste que irte.- Susurré.
Yo nunca me iré.- Oí detrás de mí, era Astrid, quien me abrazo aún más fuerte.
Mí corazón comenzó a latir rápido, realmente puedo contar ella.
Gracias, Astrid.- Puedo oír un pequeño quejido de su parte.

Ya es de día, es el primer día sin ti, nunca imaginé que algo así sucedería..
Comienzo a caminar por el medio de Berk junto a Chimuelo, hasta encontrarme con Bocón.
A ti te estaba buscando.- Dice el.— Lo harán oficial.
—¿Cuando?
—Mañana.- No pude evitar soltar una queja a su respuesta, pero está bien, ellos necesitan a alguien al mando, y ese seré yo.



N\A:

Que tal, espero que les haya gustado el episodio, que no hayan llorado sobre todo, Jajaja.
Makruh.

No soy uno más || Hipo x Astrid || HiccstridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora