"Incomodo"

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Logramos aterrizar con bastante calma, pero rápidamente comenzaron a rodearnos muchos vikingos, en los que de ellos, hay uno que se distingue.
-Realmente sigues con vida.- Es bocón, comenzó a colocar una mano en su pecho y otra en su espalda para inclinarse un poco.- Realmente lo siento, hice lo que pude, pero, no pude salvarlo.- Dijo Bocón.
-Esta bien Bocón, tu eres el más afectado de todos, yo perdí a mí esposo y mí Hijo perdió a su padre, pero tu, perdiste a tu mejor amigo..
Todo se quedó en silencio, Bocón, quien nunca derramó una sola lágrima, comenzó a llorar en silenció.
-M-me gu-gustaría que e-el estuviera aquí para verte.- Dijo entre sollozos.
-A mí también Bocón, a mí también.

Pasaron varios minutos en los que mí madre consoló a Bocón.
Ordene que comiencen a preparar un banquete, hoy es un día para celebrar.
Me distraje por unos momentos y de repente sentí un fuerte golpe en la espalda.
Hey!, ¿Que te sucede?.- Dije aún sin voltearme.
-Eso debería estar preguntando yo.- Dijo alguien con una voz femenina.
-A-astrid.- Con un tono nervioso.- Pue-puedo explicarlo.
-Explicalo.
-Es una historia muy larga, y no quiero tener que repetirla de nuevo en el banquete.- comencé a sobar mí cabeza con mí mano
Ella hizo una mueca con la boca.
-Disculpame, mi lady, no creí que una horda de dragones entrenados me secuestrara en pleno vuelo.- Ambos soltamos una risita.- Y mucho menos reencontrarme con mí madre.- Con un tono dulce.
-Espera, ¿Ella es tu madre?.- Dijo dudosa.
-Realmente es una historia larga.
Ella se rió nerviosa y se acercó a mí madre.
-Ho-hola mamá de Hipo, so-soy Astrid Hof-hofferson.- Vaya, está realmente nerviosa.
-Mi nombre es Valka, Astrid Hofferson.- Dijo acercándose discretamente a ella.- ¿Que relación tienes tu con mí hijo?, ¿Están juntos?, ¿Hace cuanto tiempo?, ¿Tu también adoras los dragones o solo estás con el por qué es el líder de Berk?.- No le dio tiempo de respuesta a Astrid, pero sus preguntas se están sobrepasando.
-Mama, ya basta.- Ella me observo.- Astrid y yo somos una pareja hace mucho, y si ella también adora los dragones al igual que yo, todos en Berk lo hacen, así que por favor, deja de dudar de ella, ella es.. Perfecta.
Mí madre me observo durante unos segundo, y cambio su cara seria que tuvo desde que comenzó a hablarle a Astrid, a una contenta.
-¿Con que perfecta eh?.- Comenzó a mirar a Astrid.- Realmente eres tan buena, no pensé que mí hijo fuera capaz de decir algo así, ustedes dos realmente tienen una conexión, me disculpo, Astrid, ¿Puedo llamarte solo Astrid?.
-Cla-claro Valka..
-Abadejo.. Desde ahora.
Solo solté una sonrisa.
-Es hora del banquete.
Los tres junto a Bocón, nos dirigimos y entramos al gran salón.

Me senté en el asiento principal, el del Jefe, aun lado se sentó Astrid, y del otro, mí madre.

-Hoy tengo el placer de traer a alguien de regreso, alguien que era muy importante para mí padre, alguien que se le dio por muerta durante años, alguien que no llegue a conocer hasta hace varios días.. Tengo el honor de decirles, ¡Que mí madre está de regreso!.
Todos comenzaron a hacer ruido y el banquete empezó, note como Brutacio, Patapez y Patán, se acercaron a mí madre a preguntarle cosas, realmente no logró oír el que, pero se que mí madre puede controlarlos.
Por otro lado, Astrid está contenta, con una Jarra de Hidromiel en su mano, y no para de mirarme.
-¿Te gustó?, ¿o porque me miras tanto?.- Digo en un tono divertido.
-Claro que me gustas tonto.
-Tu también me gustas mí Lady.
Ella se sonrojo un poco, no es algo que suelo decirle a menudo, pero no estaría mal comenzar a hacerlo.- Te amo mí Lady.
-Yo también te amo Jefe.
Tomé su mentón con mí mano y comencé a juntar nuestros labios en un suave y cálido beso.
-tu boca sabe a Hidromiel.
-y la tuya a pescado.
-Era lo único que se podía comer en ese nido.- Ambos nos comenzamos a reír bastante.
Astrid se quedó en silencio mientras señaló algo detrás de mí, mí madre.
Ella se encontraba con los ojos abiertos de par en par, al parecer vio todo, o la mayoría, pero no me molesta, Astrid lo es todo para mí, y quiero que lo sepa.
Vuelvo a acercar el mentón de Astrid hacia mí, ella forcejea y trata de hacer evidente que mí madre nos está mirando.
-Ella va a ver lo mucho que te amo.
En ese momento Astrid deja de forcejear y me da un cálido beso en los labios.
-Ustedes dos realmente están hechos el uno para el otro.
Ambos nos reímos y seguimos con lo nuestro.

No soy uno más || Hipo x Astrid || HiccstridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora